Carlos Alcaraz se convierte en el número uno más joven de la historia del tenis
El joven tenista murciano acaba de hacer historia al conseguir su primer título de Grand Slam, en el Abierto de Estados Unidos.
El tenista Evgeny Kafelnikov escribía en las redes sociales en septiembre de 2021 que «Alcaraz será número uno del mundo en tres años como máximo». Una frase escrita al ver, alucinado, jugar a Carlos Alcaraz en la edición del Open de Estados Unidos del año pasado. Este martes la volvió a recordar, apuntando que se había equivocado en su predicción, por dos años.
Transcurrían 3 horas y 47 minutos de partido entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner. El joven jugador italiano tenía una bola de partido, con su servicio, para clasificarse para las semifinales del Open de Estados Unidos. Cuando pintaba cruz para Carlos Alcaraz, el jugador murciano reaccionó, ganó ese punto decisivo y encarriló una serie de buenas jugadas que le permitieron ganar a Sinner.
Carlos Alcaraz ha hecho un torneo formidable
Un triunfo tras más de cinco horas de partido. El segundo más largo de la historia del torneo americano. El jugador italiano acabó exhausto y se dirigió a Alcaraz que no parecía tan afectado por el esfuerzo realizado. Los elogios y el respeto entre ambos jóvenes tenistas fueron máximos.
Le esperaba, en semifinales, el norteamericano Frances Tiafoe ante su público. En otro duelo que sería también épico. En esta ocasión el punto de partido era para Alcaraz. El atlético tenista estadounidense lo sorteaba de manera magistral. Superaría a Alcaraz dos mangas, para caer en el quinto set.
El papel fundamental de Juan Carlos Ferrero, su entrenador
A decir verdad, en la final contra Casper Ruud, las cosas fueron mucho más sencillas. El también joven jugador noruego tiene un gran futuro y presente. Es el número dos del mundo en la actualidad y jugó contra Rafa Nadal la final de Roland Garros. Pero es mucho más predecible y menos creativo que los rivales previos de Alcaraz.
Alcaraz se convertía en el cuarto tenista español en conseguir ser el número uno de la ATP. Curiosamente, otro de los tres restantes es Juan Carlos Ferrero, su entrenador. Lo consiguió justo hace 19 años (la edad de Alcaraz) y también Nueva York. Ferrero, como su pupilo, era un deportista humilde, respetuoso y respetado por sus rivales. Pero implacable a la hora de ganar partidos.
Asombró desde su entrada en la academia Equelite
Recuerdo haber quedado con Ferrero poco después de proclamarse número uno en San Petersburgo. Fue para hablarle de Aleksander Bublik. Le entregué un vídeo del entonces muy joven jugador (6 años) para ver si había posibilidad de que entrenase en Equelite, la recién estrenada academia en su Villena natal. Lo conseguí y pude comprobar la sencillez de Ferrero. Por suerte, la carrera de Alexander también ha salido adelante y es ahora el número cuarenta del planeta. Pero lo de Alcaraz es de otro nivel.
Con 12 o 13 años acudió a Equelite y ya, a tan temprana edad, empezó a entrenar junto con Ferrero. Era muy pequeño, pero se veía que todos hablaban de él y que tenía todo lo de ahora, pero en pequeño. Se animaba mucho, iba a la red, hacía dejadas, se reía en pista. Luego, con sólo 14 años, consiguió su primer punto ATP. Fue en un partido espectacular. Jugó muy bien un set, pero el segundo pegó una liada de las buenas.
Un gran entorno y la cabeza muy bien amueblada
El haber tenido Ferrero experiencias muy importantes en el circuito le ha ayudado a saber llevarlo de una forma más directa hacia donde querían. Al principio, era importante crear un equipo fuerte para que él tuviera mucha fe en ellos. Alcaraz estuvo muy generoso en elogios hacia su equipo tras ganar ayer en Nueva York.
Carlos – dicen sus cercanos- es tal como se muestra. No tiene doble cara. Tiene mucho carácter cuando escucha algo que no le gusta oír, sobre todo de su entrenador principal. Pero aprende. Reacciona y aprende. En la pista se le ve reaccionar igual. Es un chaval muy sencillo, humilde y hay que trabajar para que siga siéndolo, porque este cambio de ahora no es fácil.
“El que a mí me haya pasado lo mismo– afirma Ferrero– le puede ayudar a seguir adelante. También tiene una familia espectacular, que le ayuda muchísimo a tener los pies en el suelo. Su padre, tras ganar, lo que me ha dicho es que hay que meterlo en vereda y tenerlo con los pies en el suelo”. Esa gran humanidad hace que Carlitos Alcaraz sea un modelo a seguir por muchos jóvenes y que sea tan respetado a la vez que admirado por sus compañeros del circuito. Qué así sea por muchos años.