El triunfo de las horribles sneakers de Balenciaga

La zapatilla deportiva se ha convertido en el calzado de moda. La tendencia ‘athleisure‘ ha tomado la calle como protagonista de los nuevos estilismos, situándose como accesorio imprescindible en nuestro armario. Ya no son solo las grandes multinacionales del sector: Nike, adidas, New Balance o Asics las que se disputan el mercado, porque las firmas simbólicas del lujo como Gucci, Valentino o Louis Vuitton, hace tiempo que han entendido el mensaje dando un toque juvenil a la estética sofisticada de sus productos, con diseños que rozan lo icónico y que convierten las históricas zapatillas, cómodas y versátiles, en auténticas sneakers de diseño.

Balenciaga, una de las firmas más importantes de la alta costura, es el último ejemplo de esa incursión en la tendencia estrella de la moda en nuestros días. Dos modelos distintos en apenas diez meses confirman que ya es un competidor más en la dura carrera por el mercado de la zapatilla deportiva. La mística de su obra, llena de secretos y misterios, no hacía sencillo el camino para una propuesta estética difícil de digerir en la forma de hacer del prestigioso creador de moda Prêt-à-porter.

Pero el fichaje en 2015 del diseñador alemán de origen georgiano, Demna Gvasalia, como director creativo de la compañía, resultó un punto de partida para explorar nuevos territorios. Su lema: “Es feo, por eso nos gusta«, ha significado toda una revolución para el sector. La fealdad se convirtió en su hoja de ruta, siguiendo la teoría de que «el arte es producto de la imaginación y que la gente, que escapa de lo feo, a la vez siente una atracción inevitable hacia ello».

Según Business of fashion, Balenciaga se ha convertido en la gran sensación de la zapatilla deportiva en 2017. A principios de año lanzó al mercado las sneakers ‘Speed Trainer’, algo completamente distinto a todo lo conocido. Un modelo arriesgado, transgresor, pero que pronto recogió sus frutos. Una zapatilla-calcetín de caña alta y gran adaptación, que proporcionaba la sensación de estar corriendo sobre calcetines de punto.

Con un look inesperado y 240 gramos de peso, las «Speed Trainer» han causado furor entre las influencers, agotándose al precio de 550 euros en pocos días. Un exclusivo modelo, fabricado en Italia, que adopta la forma de nuestro pie y todas las características necesarias para ofrecer comodidad, fiabilidad y una estética muy especial.

Parecía complicado que tras el éxito de las ‘Speed Trainer’, Balenciaga pudiera lograr un prototipo que siguiera su estela, pero lo ha conseguido con las ‘Triple S’, el modelo para la temporada otoño- invierno. Se trata de otro diseño provocador, de estilo americano y aspecto viejo, cuya idea, según la propia marca, nació bajo la inspiración de tres deportes: running, baloncesto y atletismo en pista.

Con efecto acolchado y estilo vintage, las nuevas sneakers son un prodigio de funcionalidad e innovación; una zapatilla de diseño que lleva el logotipo de Balenciaga bordado en la parte superior y que se pueden comprar por el precio de 650 euros. Unas zapatillas «feas» con apariencia de viejas y sucias pero que resultan seductoras para un público que reivindica la moda urbana de los años noventa, en una industria que atiende a sus propias reglas y donde lo vintage es una llamada al éxito.

Decía Balenciaga que «se reconoce a una mujer distinguida por su aire antipático«. En su legado queda la idea de encontrar razones que conviertan esa antipatía en algo fascinante, embrujador y arrolladoramente deslumbrante.