El golf, un motor turístico que genera 16.000 millones de euros
Esta industria propicia la desestacionalización del turismo y la creación de empleos estables
El golf es uno de los motores turísticos de España. Se ha convertido en una alternativa al tradicional ‘sol y playa’ y es una industria asociada que no para de crecer. De hecho, nuestro país recibió a 1,4 millones de turistas de golf en 2022, principalmente de Europa. Algo que supone un aumento del 17% con respecto a 2018 y que roza un impacto económico de 16.000 millones.
Según los datos del II Estudio sobre el Impacto Económico del Golf en España, desarrollado por IE University, el gasto directo de los turistas de golf alcanzó los 5.872 millones de euros en 2022. Un 27,6% más que en 2019. Un gasto que va más allá del uso de los campos, pues también implica hospedaje, restauración, transporte y ocio, beneficiando, por tanto, a otros sectores.
El impacto económico del golf en España
En total, el impacto económico del turismo de golf se elevó a 14.152 millones de euros. Aunque si se incluyen los ingresos indirectos e inducidos, la producción total generada por la actividad de los campos de golf y el gasto de los turistas alcanzó en 15.937 millones en 2022.
De hecho, según el informe, el golf recibe directamente 1,1 de cada 10 euros generados, mientras los 8,9 euros restantes incrementan la facturación de otros sectores.
Pero además de generar ingresos en otros ámbitos, el turismo de golf es capaz de generar una cantidad de empleo estable que “supera la media nacional”. Por ejemplo, en 2022 se crearon 132.994 puestos de trabajo, un 9,6% más en comparación a 2019. La mayoría fueron contratos indefinidos (93,4%) y de jornada completa (94,7%).
Otros sectores unidos al golf
Junto a ello, otra de las industrias que se han visto beneficiadas por el auge del golf es la inmobiliaria gracias a la inversión de los turistas. En 2023 estos ya poseían 382.755 viviendas en España, con un valor total de 82.342 millones de euros. Algo que demuestra “la fidelidad de los turistas de golf que eligen España como destino vacacional y deportivo”.
A todo esto hay que añadir la importancia del golf como actividad que permite la desestacionalización del turismo. Se aleja de la temporada alta en los meses de verano en los que los visitantes buscan el sol y la playa.
De hecho, la temporada alta del golf se concentra en los meses de primavera y otoño, lo que «permite distribuir los beneficios económicos a lo largo del año y evitar la masificación típica de los meses de verano”, señala el estudio.