American Apparel en bancarrota

Una de las primeras macro-tiendas que te encuentras cuando llegas a Estados Unidos es American Apparel. Competencia directa de GAP en Estados Unidos, durante años se entendió que competían por tener el mejor «algo» del mercado para sus prendas. El más eco-friendly, el de mayor calidad. Ropa los-cost para el día a día, para hacer deporte, para llevar a los niños al colegio… Ropa para mujeres y hombres easy-going.

En algún momento alguien llegó a comparar su fórmula de distribución y moda con Inditex. Nada que ver. American Apparel se quedó como lo que era, ropa de algodón, clasicona, aburrida y con cero estilo. Esta madrugada, la multinacional californiana – con sede en Los Ángeles- anunciaba que se acogía al denominado «Chapter 11» o, lo que es lo mismo, a la bancarrota en Estados Unidos.

Lo cierto es que las cuentas trimestrales venían anunciando que la empresa no atravesaba su mejor momento. Caída constante en las ventas, costes altísimos de algunos de sus flagships y problemas con su fundador Dov Charney, que terminaron en su salida – controvertida-.

Y el problema está servido. American Apparel presentaba el concurso de acreedores americano en un juzgado de Delaware, a la espera de las condiciones que les impongan. Esperan reducir su deuda actual de 300 millones de dólares a 135 millones de dólares y la reducción de los costes operacionales en 20 millones de dólares al año.

Para ello aseguran haber llegado a un acuerdo con los proveedores para obtener un mayor número de acciones a cambio de que acepten reducir la deuda que se les debe de unos 200 millones de dólares, al tiempo que los proveedores, según American Apparel, estarían dispuestos a inyectar 70 millones de dólares para que la multinacional tenga recursos de tesorería.

American Apparel cuenta con 170 tiendas en Estados Unidos y miles de empleados en Los Ángeles, la mayoría de origen latino.

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