Bacardi cierra su planta de Mollet del Vallés

La importante marca de bebidas alcohólicas Bacardi se fundó hace ya 154 años en Santiago de Cuba de la mano de Facundo Bacardi Massó y tras la revolución cubana se trasladaron a Puerto Rico. En su día, la creación de este suave y delicado ron supuso un cambio en el sector. Entre otras cosas, se dice que con él aparecieron cócteles tan famosos como del daiquiri, el mojito, la piña colada o el cuba libre.

Hasta hace poco esta empresa tenía 30 fábricas repartidas por todo del mundo. Y digo esto, porque ayer jueves anunciaron el cierre de la planta que poseen en Mollet del Vallés (Barcelona), en la que fabricaban Ron Bacardi y Martini (famosa marca de vermú perteneciente al grupo). Prevén que en unos meses se trasladarán a Italia, pero insisten en que mantendrán en nuestro país y en las mismas instalaciones, a sus equipos comerciales, de marketing y de distribución.

Desde Bacardi aseguran que la decisión se tomó tras “una revisión detallada de su actividad productiva” y teniendo en cuenta las “necesidades del mercado”. Como esta decisión conllevará el despido de gran parte de la plantilla -todos del equipo de producción y embotellado- quieren analizar su plan con el comité de empresa para llegar a un acuerdo. Por su parte, CCOO insiste en que el cierre de la fábrica no está justificado e intenta impedir dichos despidos –ellos estiman que serán más de 80- exigiendo un plan industrial que haga que la fábrica continúe activa.

Se prevé tormenta, pese a que desde Bacardi quieren tranquilizar a los posibles afectados garantizando su ayuda en la búsqueda de otras oportunidades de empleo, tanto en la propia compañía como fuera.

Pero mirando atrás y analizando la situación un poco, todo esto podría haber sido de esperar, teniendo en cuenta los resultados que la multinacional obtuvo los últimos 7 años en los que sus ventas se vieron reducidas a la mitad, alcanzando cifras semejantes a las que tenían en 1998. Esto, unido a que al cierre del 2015 se produjo tan solo un 35% de la capacidad productiva y con tendencia a la baja, fueron algunos de los motivos de la polémica decisión.

Bacardi es un claro ejemplo de los efectos de la crisis, a quien la disminución del consumo de bebidas espirituosas -tanto en los hogares como en hostelería- unido al aumento de la presión fiscal (a mitad de 2013 se incrementó un 10%) le han hecho un fuerte daño.

Hoy en día el grupo Barcardi sigue considerando a España como uno de sus grandes mercados, pero de forma gradual ha ido perdiendo presencia en nuestro país en comparación con el buen ritmo que llevan los gigantes Diageo (posee los rones Pampero, Cacique, Zacapa o Captain Morgan) y Pernod Ricard (con Havana Club). Bacardi llegó a tener dos fábricas en España, sumando la de Mollet del Vallés a la que cerró en el año 2008 situada en Málaga. Ahora su futuro se vaticina incierto. El tiempo dirá.