Cuando la crisis del 2008 yo regresaba por segunda vez a España de mi aventura norteamericana. Estados Unidos es un país gigante de contrastes para todo, incluido lo bueno y lo malo. Pero sobre todo es un país lleno de gente práctica en el literal sentido del término. A veces porque no te queda más remedio y otras porque más vale prevenir que curar. Llegué probablemente en el mejor momento para poner en práctica aquello que exponían en los medios de comunicación los y las gurús de las finanzas personales. Del ¿quién se ha comido mi queso? a la «Economía para Doomies» hasta que escribí mi propio libro: ¿En qué jardín nos han metido? de la editorial Hommo Legens. Pues bien, en la segunda parte del libro describo breves consejos para ahorrar de una forma útil y sencilla.
Los españoles siempre hemos sido ahorradores y los castellanos, además, austeros. Somos fieles a aquella frase de la abuela de «sobrevive con la bombilla hasta que tengas el dinero en metálico para comprar la lámpara y no te comprometa la cesta de la compra». Pues eso, lo primero de todo es lo del sentido común: no te endeudes para comprar nada que no sea de primera necesidad.
España es un país de sueldos bajos e impuestos altos. Da igual la renta que tengas, la presión fiscal (aquella que considera el porcentaje de impuestos sobre ingresos reales) es la tercera más alta de Europa y nuestros sueldos están por debajo de la media. Esta singularidad – que hay que combatir- entorpece, pero no impide el ahorro.
Así que vamos allá con cinco consejos para que 2023 sea un año fructífero para tu ahorro independientemente de la renta que tengas. Lo importante es tomártelo en serio y no desfallecer en el intento.
Cuando pagas en efectivo, con billetes y monedas, eres mucho más consciente de lo que gastas que cuando lo haces con tarjeta o cualquier dispositivo móvil. Es más, tienes la sensación de que pagas más. Cuando pagas de forma «virtual» con dispositivos o tarjetas (da igual crédito o débito) se tiene la sensación de que es «menos dinero». En el caso de la tarjeta de crédito, además, pagas los intereses correspondientes.
Este truco parece baladí, pero si todos los billetes de 5€ que te devuelven en el cambio o que llegan a tus manos los guardas, conseguirás la «hucha de los 5». Se trata de apartar y guardar todos los billetes de 5 euros que tengas en la cartera al terminar el día. Conviene tener una hucha de «no abrir», o de esas que solo se abren si se rompen. Si cada día tienes un solo billete de 5 euros, al final de mes tendrás 150 euros y eso son más de 1.800 euros en un año.
Sí, ya lo sé, ya casi nadie lleva monedero, por eso serás disruptiva y moderna si lo haces. Hay que volver al monedero por varias razones. La fundamental es que ya no es fácil cambiar las monedas en las entidades financieras. De hecho se ha convertido en una verdadera odisea encontrar quien lo haga. No tiene sentido guardar monedas en casa que dentro de unos años serán reliquias y habrán perdido su uso y posiblemente, su valor. Por lo tanto ¡vuelve a pagar con las monedas sueltas siempre que te sea posible! El café de la máquina del trabajo, el autobús, la tarjeta del metro y todo lo que puedas.
Vivir a crédito podría haber sido una práctica algo menos costosa con los tipos de interés negativos. Ahora que el Banco Central Europeo vuelve a subir los tipos de interés, todo es mucho más caro. La letra pequeña es igual de pequeña, pero más costosa. Así que ¡ojo! a los intereses de las tarjetas de crédito, a las comisiones bancarias y a las inversiones que prometen «duros a pesetas». Porque sabemos que nadie da duros a cuatro pesetas.
En España, a diferencia de otros países, recibimos nuestros salarios a final de cada mes y tenemos estructuradas nuestras domiciliaciones también de forma mensual. En otros países como Estados Unidos existe la posibilidad de recibir cheques-salario de forma semanal o quincenal. ¿Cómo se hace un presupuesto mensual?. La mayor parte de los bancos por Internet ya te ofrecen la posibilidad de tener una aplicación para «controlar los gastos», pero en realidad es una aplicación «para ver qué te venden dependiendo de tu ahorro».
Así que no te fíes. Coge papel y lápiz de toda la vida y empieza a sumar. Hipoteca/alquiler, luz, gas, teléfono, aplicaciones en streaming (me da igual Netflix que un juego), gasto semanal en la compra, seguro médico, seguro dental, gasto semanal en ocio. Lo sumas y los restas de los ingresos.
Es fundamental que te quede un 20% para ahorrar en tres necesidades.
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