¿Cuánto vale la Premier League?

Mientras en el fútbol español se debate acerca de la definitiva centralización de los derechos de televisión, que será aprobada por la vía de decreto con efectos a partir de la temporada 2016/17, y de la trascendencia que ese paso debiera de tener para insuflar brotes de viabilidad a nuestros cariacontecidos clubes, se cuela la noticia de que la Premier League ha suscrito nuevos contratos televisivos, por su porción doméstica, que le aseguran del orden de casi 7.000 millones de euros entre 2016 y 2019. La guerra entre las cadenas Sky y BT Sport ha posibilitado la lluvia de millones para el fútbol inglés y que a partir de la temporada 2016/17, en promedio, cada club de la Premier perciba unos 130 millones de euros por temporada solo por su participación en el reparto del gran pastel televisivo.

De las cinco grandes ligas europeas, la española, nuestra Liga BBVA o Liga de las Estrellas es la única que no ha centralizado aún la negociación y cobro de la explotación de los derechos televisivos. La Premier ha tenido muy claro, desde su refundación a comienzos de los años 90 del siglo pasado, que la gestión de los derechos televisivos constituía un factor determinante para apuntalar su negocio. No sólo por los ingresos derivados de la televisión, sino también por la proyección mediática “urbi et orbe” que la presencia televisiva en prácticamente todo el mundo asegura a sus clubes, lo cual da empuje a su vertiente comercial.

Los veinte clubes de la Premier League ingresaron en la temporada 2012/13, ya cerrada, 1.390 millones de euros por sus derechos televisivos, 874 millones por el capítulo comercial y 682 millones por el llamado match day, es decir, taquillaje y entradas, abonados, socios. En total, 2.946 millones de euros en esa temporada que habrán acabado siendo en 2013/14, según las primeras estimaciones, de 3.990 millones.

La Bundesliga, que tuvo una dolora experiencia a comienzos de los años 2000 con la comercialización de sus derechos televisivos a raíz del fiasco Kirch, declinó concentrar sus esfuerzos en una lucha por los mismos y optó por reinventarse pensando en la esencia del espectáculo futbolístico: los aficionados. Entender el fútbol como un potente motor por sí mismo y con la complicidad de sus seguidores le ha valido a la Bundesliga ingresar, con solo 18 clubes en liza, 2.018 millones de euros en 2012/13 y apuntar hacia los 2.160 millones en 2013/14. La facturación del fútbol alemán tuvo en la vía comercial su principal fuente de ingresos en 2012/13 con 929 millones de euros, con la presencia de grandes y sólidas marcas germanas e internacionales. La asistencia a sus estadios, situándose a la cabeza de todas las ligas mundiales, le reportó 469 millones de euros en 2012/13. En ello juegan dos bazas primordiales: entradas y carnets baratos y estadios prácticamente llenos a rebosar. La televisión sumaba, en aquella temporada, 620 millones de euros.

La Serie A italiana, tal vez en sumida en una fase de decadencia que obliga a una urgente renovación del modelo y una radical puesta al día de su fútbol, vive principalmente de los derechos televisivos que le proporcionaron 993 millones de euros en 2012/13. Sus ingresos comerciales ascendieron a 507 millones y por match day cobraba 182 millones. El montante global facturado en 2012/13 fue de 1.682 millones de euros y la previsión para 2013/14 enfila los 1.720 millones.

La quinta liga por orden de importancia entre las más grandes, es la Ligue 1 francesa que en total ingresó en 2012/13 la suma de 1.297 millones de euros, estimándose en 1.370 millones en 2013/14. Su principal fuente de ingresos es la televisión con 632 millones en 2012/13, seguida de la explotación comercial con 526 millones mientras que el match day apenas le reportó 139 millones de euros.

Nuestra Liga de las Estrellas, según Deloitte, ingresó por televisión cerca de 900 millones de euros en 2012/13 – aunque nuestros números, club por club, arrojan unos 750 millones contabilizados -, 557 millones por la vía comercial y 402 gracias al match day, lo que da una suma total de 1.859 millones de euros facturados. 2013/14 cerrará en torno a 1.910 millones.

Al margen de esas precisiones, sí conviene poner de manifiesto las diferencias que se dan entre los modelos centralizados de explotación de derechos televisivos y el español. Los ingleses saben extraer el máximo jugo a su potencial futbolístico y esos 130 millones que, en promedio, percibirá cada club de la Premier a partir de 2016/17 están muy por encima de los 45 millones de euros que actualmente cobran clubes de la talla del Atlético de Madrid y Valencia. Sin ir más lejos, en la Premier en la temporada 2013/14 el club que menos cobra, por ejemplo, el Cardiff, se embolsa unos 75 millones de euros.

La venta conjunta del paquete de los derechos televisivos de la Liga permitiría una rentable negociación no solo en el plano nacional sino en el internacional. Es cierto, como se comenta estos días, que en España no existe una arraigada cultura de la televisión de pago para ver fútbol, y éste es un elemento sustancial. Sin embargo, habrá que poner las cosas muy fáciles para que el consumidor de fútbol lo pueda comprar. En Inglaterra, Sky, nos dicen, tiene 8 millones de abonados y BT, 5, en una población de 64 millones. En España solo 2 millones somos abonados entre los 46,5 millones de habitantes.

Con todo, la cuestión clave reside en la venta internacional del fútbol español y en que el objeto del deseo de los aficionados repartidos a lo largo y ancho del vasto mapamundi no sea solo ver a Madrid y Barça. El día que un Espanyol – Almería enganche tanto en cualquier lugar del mundo como un simple partido de la Premier, nuestro fútbol ingresará cantidades importantes por los derechos televisivos. Claro está que mientras que acá debatimos sobre la necesidad de proceder con carácter inmediato a la centralización de tales derechos, van los ingleses y se hartan de firmar contratos.

Luchar con ellos en los mercados internacionales, una vez lograda la tan anhelada centralización, será la siguiente batalla económica del fútbol español. Porque sin el dinero suficiente, el resplandor de la Liga de las Estrellas será menos brillante y los astros migrarán en busca de otras galaxias más gratificantes. Algo que, en menor escala, ya está ocurriendo con ese flujo de futbolistas españoles que, de no encontrar ubicación en los dos grandes clubes, se desplazan a la Premier League, Bundesliga, Serie A y, pronto, quizá, a la Ligue 1.