El baile de Creativos en el Grupo Kering

¿Qué pasa con la multinacional Kering? Es la pregunta que se hacen los mercados, fashionistas y el mundo de la moda en general desde que se filtró/anunció que Alexander Wang dejará de ser el Director Creativo de Balenciaga y que su último desfile de Alta Costura será este otoño en París.

Alexander Wang llegó a una de las joyas de la corona del grupo suizo – la segunda mayor multinacional de lujo del mundo-, hace dos años para sustituir en Balenciaga al gran Ghesquière, quien tras quince años al frente de Balenciaga, y tras haberse ganado uno de los puestos más altos en cuanto a valoración dentro de la Alta Costura- abandonó Kering para fichar por el Grupo LVMH. Ghesquière elevó Balenciaga a los altares de reconocimiento mundial que tuvo el genial creador español en su época de oro.

El sustituto de Ghesquière fue Alexander Wang, cuando el francés se hizo cargo del buque insignia de la multinacional LVMH, tras la salida/portazo en la puerta de Marc Jacobs después de mas de quince años en la marca. Balenciaga forma parte de las denominadas «marcas boutique» de Kering, junto a Alexander McQueen y Stella McCartney.

Los primeros resultados de Ghesquière al frente de LV no podían haber sido mejores, con un incremento espectacular de un 10% en las ventas en el segundo trimestre del 2015, el mejor resultado de la firma en más de tres años. A Alexander Wang en Balenciaga tampoco le ha ido mal, la firma generó en el último año unos 350 millones de euros en ventas. Pero Wang tiene sus propios planes.

Según citaba Reuters, Alexander Wang se quiere centrar en su propia firma (la que lleva su nombre). El diseñador basado en Nueva York genera unos ingresos estimados de unos 100 millones de dólares al año por su marca. Recientemente Wang había salido al mercado para conseguir una nueva ronda de financiación, buscando la expansión de su propio negocio, y todo parece que los inversores le habrían pedido el centrarse directamente en su propia compañía y no compartir su genio y su ingenio. Según parece tanto Kering como Wang están estos días arreglando los detalles contractuales de la salida del grupo del segundo.

En los dos años al frente de Balenciaga, Wang ha intentado renovar la imagen con un toque demasiado gótico para los gustos de las clientes habituales de la marca. En otras ocasiones ha llamado la atención su «intensa» inspiración en YSL y este detalle podría haber molestado a la mujer de Pinault, la actriz Salma Hayek, una gran amante y seguidora de la moda. En último lugar se hablar de una relación no muy cordial con Grita Loebsack, ex ejecutiva de Unilever, y mujer encargada de supervisar todas las marcas Boutique desde hace diez días.

Los últimos resultados trimestrales del Grupo Kering también sorprendían al mercado (¡Y de qué manera!). Por primera vez en mucho tiempo Gucci levanta cabeza, YSL se lanza al estrellato con un incremento de las ventas trimestrales por encima del 47,92% y Bottega Veneta mas de un 10%. Las «pequeñas» también sorprendían por sus resultados, aunque el peso en el grupo es mucho menor.

La cuestión ahora es ¿Quién se hará cargo de Balenciaga?. Tras el lío que supuso la destitución de los Directores Creativos de Gucci – el buque insignia de la multinacional Kering en materia de Alta Costura- y el reciente éxito de Alessandro Michele, dándole la vuelta en las ventas a la marca en los últimos resultados presentados por la multinacional, François-Henri Pinault tiene que decidir qué hacer con Balenciaga.