El Capital Riesgo se inventó en España

Tiene su origen en el Siglo XVI y en los últimos 5 años está teniendo su propio Renacimiento.

Iñaki Berenguer. 29/04/2015
Capital riesgo. Foto: invierteme
Capital riesgo. Foto: invierteme
Capital riesgo. Foto: invierteme

La terminología y los conceptos del Capital Riesgo (Venture Capital en inglés) tienen su origen en el Siglo XVI, cuando los barcos españoles cruzaban el Atlántico hacía las Américas, en busca de fortunas; pero también enfrentándose al riesgo de los océanos, enfermedades, corsarios, competidores y guerras. Los mercaderes o el capitán de un barco proponían un viaje con mucho potencial pero con mucho riesgo; las aristocracias, instituciones, banqueros o gobiernos con dinero, lo financiaban; el mercader buscaba a un capitán; y a su regreso el mercader y capitán se quedaba con un 20% de las plusvalías de los bienes que traía el barco – en caso de éxito.

Un concepto en los fondos de capital riesgo es el “carry” (o “carried interest”), que es exactamente, ese 20% de la “carga”. Actualmente, un fondo de capital riesgo (Venture Capital) consiste en un grupo de socios que crea un fondo con financiación de bancos, family offices o fondos de pensiones (los llamados “limited partners”) para invertir en startups. Y a los socios se les recompensa con en torno al 20% de las plusvalías generadas tras haber invertido en startups, al igual que a los mercaderes del siglo XVI. Ese 20% todavía sigue llamándose el “carry” o “carried interest”.

Barcos españoles del siglo XVI
Barcos españoles del siglo XVI

¿Somos los españoles al capital riesgo lo que los ingleses al fútbol? Como decía Gary Lineker, “el fútbol es un deporte creado por los ingleses, jugado bien por los brasileños y ganado por los alemanes”. En el caso del capital riesgo, a pesar de haberse creado en España, son los estadounidenses los grandes líderes mundiales que lo han perfeccionado, especialmente en los últimos 20 años. Y en España ha sido prácticamente inexistente en los 1990s. Las mayores empresas surgidas en los últimos 20 años (Google, Facebook, Twitter, LinkedIn, Skype, Dropbox, Uber o Airbnb) se han creado gracias a la financiación de los fondos más prestigiosos americanos, como Kleiner Perkins, Sequoia, Benchmark, Accel o A16Z.

Los VCs son como los productores de cine en las películas de Hollywood, “poderosos en la sombra». No cabe la menor duda de que lo más importante para fundar una startup de éxito es tener un emprendedor con ambición, con visión, con la capacidad de atraer talento, con sueños de cambiar el mundo y con la convicción de que lo puede hacer. Pero sin el apoyo de un fondo de capital riesgo que comparta la visión, asuma parte del riesgo e invierta capital sabiendo que la empresa estará varios años sin entrar en beneficios, estos emprendedores y sus startups, nunca llegarían a convertirse en los líderes de sus mercados en tan poco tiempo como lo hacen.

Facebook es un ejemplo americano de capital riesgo
Facebook es un ejemplo americano de capital riesgo

En general, los casos de éxito en el ecosistema emprendedor español se han caracterizado por ser startups que no han necesitado grandes rondas de financiación. Y estas pequeñas fuentes de financiación venían de pequeños inversores como family offices, friends and family, cajas de ahorro, inversores individuales, o ayudas del gobierno (exceptuando algunos casos como Vueling, ONO, Jazztel, FON o eDreams). La ausencia de grandes fondos de capital riesgo en España dio lugar a una selección natural en la que sólo empresas que generan rápidamente flujo de caja para financiar el crecimiento o que por su estructura de costes necesitan poca financiación, llegaron a tener decenas de millones de valoración (comparado con startups americanas como Facebook, Uber, o Twitter, que por su estructura, necesitan cientos de millones de financiación para financiar su crecimiento exponencial). Estos ejemplos en España incluyen Idealista, Tuenti, Infojobs, Trovit o Zed.

En los últimos 5 años, una nueva generación de emprendedores españoles con ambición global está acompañada de la creación de nuevos fondos de capital riesgo, Kibo Ventures, MundiVentures, Cabiedes and Partners, Nauta Capital, SantanderInnoventures, BBVAVentures, Axon, Entrecanales, Qualitas, Bonsai, Adara, Inverready, o Seaya. Estos fondos pueden permitirse invertir más de 1 millón por startup, incluso en fases iniciales para acelerar el crecimiento. Y para fases iniciales han florecido varios fondos semilla como VitaminaK, Lanta Capital, Faraday, Itnet, Intercom, Al Alandalus, Caixa Capital Risc, Lanzadera/Angels Capital, Daruan, DAD, Onza, PlugandPlay, o Swaanlaab.

Ejemplos de capital riesgo
Ejemplos de capital riesgo

Y aunque éstos no se limitan a invertir en el territorio nacional, parte importante de sus inversiones tiene lugar en él, pues un buen inversor invierte en lo que conoce; y como en todo ecosistema, el beneficio es mutuo: acceso a más capital hace que startups prometedoras acaben teniendo éxito, y más casos de éxito hacen que surjan más fondos.

En los próximos años, vamos a ver muchos más casos de éxito porque estos fondos, una vez han conseguido capital, tienen un horizonte temporal limitado para invertirlo y rentabilizarlos. Y por el tamaño de los fondos y la intensidad competitiva, se van a ver presionados para buscar más activamente a los mejores proyectos y emprendedores. Más diamantes en bruto van a salir a la luz. Se avecinan buenos tiempos para los emprendedores españoles.

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