El sueño de Silicon Valley

La venta de Privalia a Vente Privée estimula a las start-ups y empresas medianas.

Javier Santacruz. 22/04/2016

Hasta hace unos pocos años, términos como ‘emprendedor‘, ‘start-up‘ o el propio ‘e-commerce‘ eran términos poco más que marcianos en un país como España. Sin embargo, ocho años de crisis han bastado para que sean las palabras de moda en el lenguaje económico. Parafraseando a Lazarillo de Tormes: «El hambre (en este caso, la crisis) agudiza el ingenio y lleva a las creaciones empresariales más insospechadas».

Las start ups contarán con una nueva ayuda para crear su empresa
Las start ups contarán con una nueva ayuda para crear su empresa

De los restos de la burbuja de las puntocom de principios de los 2000 y en pleno ‘pico’ de la burbuja inmobiliaria, se empieza a desarrollar la venta por Internet. En esta coyuntura, nace una idea en Barcelona llamada Privalia, en la cual se unen dos negocios hasta ese momento distintos en España: por un lado, la moda ‘outlet’ y, por otro lado, la venta retail por Internet. Aunque la idea no era nueva (por ejemplo, Vente Privée es de unos años atrás en Francia), la aplicación al mercado español sí puede considerarse como un producto nuevo en sí.

Privalia se ha ido consolidando con los años
Privalia se ha ido consolidando con los años

Gracias a la maduración de los canales cibernéticos y el aumento de la tasa de penetración de Internet en España, Privalia ha ido consolidando un negocio que ha traspasado las fronteras geográficas. Una vez que una idea gana un mercado de demanda que muchas veces se convierte en ‘cautiva’, la necesidad de ganar tamaño apremia. El paso de convertir una pequeña empresa en una gran compañía, es muy duro y a veces imposible en un mercado como el español.

A pesar de esta realidad a la que se enfrentan miles de pequeñas y medianas empresas, el comercio electrónico va por otros derroteros. En este campo sí es más probable que suceda lo que se conoce como la ‘start-up de los 1.000 millones de dólares‘. Privalia no ha llegado a tanto –su cifra de negocios en 2014 fue de 414,6 millones de euros– pero sí ha conseguido un hito en la historia del emprendimiento hispano.

Privalia
Privalia facturó en 2014 casi 415 millones de euros

Estos casos que pueden ser ‘rara avis’, cada vez lo son menos. Así me lo confirmaba hace unos meses María Benjumea, una de las cabezas visibles del impulso empresarial en España y organizadora de competiciones de start-ups como el South Summit. En particular, comentábamos el caso de una de las ganadoras que incluso estando en la ‘incubadora’ facturaba 10 millones de euros. O el caso de start-ups chinas que están en este momento compitiendo bajo los auspicios del ‘China-Spain Competition‘ y cuyos participantes han puesto en marcha proyectos con cifras de negocio muy superiores a la facturación de empresas pequeñas más maduras en España.

El sueño de Silicon Valley y de ser otra start-up de 1.000 millones de dólares, impregna los manuales, workshops y seminarios que ofrecen las escuelas de negocios españolas. Sin embargo, como muestra el caso de Privalia o el de la gran “e-commerce” Alibaba, la detección de una idea y su desarrollo no se aprende en una escuela de negocios. Aquí el mejor maestro –como en muchas otras cosas de la vida– es uno mismo.

Los ganadores irán a Silicon Valley
Los ganadores irán a Silicon Valley

Disclosure: El medio no se responsabiliza sobre las opiniones expuestas en el artículo. El texto ha sido escrito de manera libre expresando ideas propias, sin recibir ninguna compensación por ello. El autor no tiene ninguna relación de negocios con cualquiera de las empresas cuyas acciones se mencionan en este artículo.

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