Entre criptomonedas y criptodilemas
El auge de las monedas virtuales genera muchas dudas en la economía real y cambios en los modelos de inversión.
La tormenta que están generando las monedas virtuales está dejando en fuera de juego a muchos actores de la economía real. Entre ellos, a las empresas de capital riesgo. Sociedades que han sido claves en el desarrollo de miles de proyectos relacionados con la tecnología y que han financiado a numerosas empresas que hoy controlan Internet a golpe de clic.
Muchas de estas sociedades no saben muy bien si invertir directamente en monedas virtuales o hacerlo en los llamados monederos digitales. Estas sociedades ven que la rentabilidad de los monederos no crece a la misma velocidad que el supuesto valor de las monedas que gestionan. Y eso siempre deja dudas. La tendencia tecnológica emergente es clara en el caso de las monedas digitales, pero acertar con el proyecto en el que se invierta no lo es tanto. El dilema está servido: invertir en criptomonedas o en las empresas que las gestionan.
El número de criptomonedas no para de crecer, lo que no hace más que ampliar las dudas sobre su valor real y dar aliento a los que consideran que son un negocio lleno de riesgo y una burbuja en ciernes. La fluctuación de las mismas es abrumadora, con alzas considerables que pueden generar nuevos millonarios en solo unos días. Pero el riesgo es máximo y la cobertura legal, como han advertido las autoridades, mínima.
Lo que sí pone de acuerdo a partidarios y escépticos es que las criptomonedas han traído un nuevo sistema de contabilidad que sí tiene un futuro fantástico. El llamadoblockchain, o cadena de bloques, es un libro de contabilidad del que todos usuarios de estas monedas guardan una copia. No puede ser modificado por terceros y eso le da una fiabilidad máxima para múltiples usos bancarios o financieros: si todos los usuarios tienen la misma información, esa información es verídica y eso proporciona una seguridad máxima. Sin intermediarios.
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