¿Hacia dónde va el lujo en Latinoamérica?
Moda, joyería y turismo son los tres sectores en los que más emprendedores están surgiendo en los últimos tiempos en los países del Sur de América.
Si queremos echar un vistazo al futuro del lujo en Latinoamérica, tenemos que mirar la trayectoria de su mercado y la cultura empresarial en los diferentes países, ya que ambas encierran las claves de lo que se puede esperar en los próximos años. De hecho, esto viene muy bien explicado en el Índice de Complejidad Económica del MIT en el que se analizan y establecen los parámetros que distinguen a las economías más avanzadas de las que no lo son, basándose en la complejidad de sus procesos productivos y la cantidad de personas necesarias para trabajar en un mismo fin.
Este análisis que hago es muy superficial, por lo que, con el fin de poder obtener datos más precisos de cara a una toma de decisiones estratégicas de inversión, es necesario ahondar en los informes globales que hay sobre los diferentes países y los diferentes mercados, algo que se escapa a la finalidad de este artículo. Sin embargo, con la información adecuada, sí que podemos vaticinar ciertas tendencias en diferentes países.
Por ejemplo, México ha sido capaz de lanzar dos super-deportivos: El Mastretta MXT y el Vuhl 05 (acrónimo de Vehicles of Ultra-Lightweight and High Performance). Aunque los hermanos Mastretta se fueron a la quiebra el año pasado y abandonaron el proyecto, los hermanos Echeverría de momento siguen en marcha con su Vuhl 05 y en julio han entregado el primer coche a su dueño.
Esto ha sido posible gracias a que México cuenta con una potente industria de fabricación y montaje de automóviles, cuyo cliente casi único es EEUU. Con 700,000 trabajadores en la industria automotriz, México se ha convertido ya en el séptimo productor de automóviles del mundo y el primero en América Latina y esperan posicionarse en tercera posición para 2020.
Además, su historia como referente turístico le permite estar a la cabeza del sector en toda Hispanoamérica y es capaz de ofrecer turismo de lujo del más alto nivel. De la misma manera, podemos observar cómo los sectores donde más emprendedores del sector del lujo están surgiendo en las principales economías de Latam son la moda, la joyería y el turismo, ya que requieren una menor complejidad económica, es decir, no se necesitan grandes estructuras corporativas para lanzar una marca capaz de ofrecer productos de lujo.
Panamá, por ejemplo, es un caso muy interesante, pues gracias a su histórico Canal, su industria naval ascendía en 2008 al 52% del total de las exportaciones, según datos del MIT. El mercado de yates allí se ha convertido en una actividad millonaria. En 2013, según informes de la Autoridad Marítima de Panamá (AMT) en el país había un promedio de dos mil yates cuyo valor supera los 3.000 millones de dólares.
Tan sólo en la Marina Flamenco hay flotando unos 500 millones de dólares en yates. A pesar de que en Panamá no hay fabricantes de yates establecidos en el país, sí existen distribuidores de algunas marcas y las marinas cuentan con astilleros preparados para realizar todo tipo de reparaciones, que en la mayoría de los casos son muy costosas, hasta el punto de que en algunos casos es preferible cambiar de barco.
Si bien Panamá no cuenta con una población muy extensa (3,8 millones de habitantes), es el líder en LATAM en crecimiento de Renta per Cápita para 2020, ocupando la 9ª posición mundial, seguida por México en 10ª posición. Además es la tercera después de Puerto Rico y Chile según el Índice de Competitividad Global del WEF, ocupando la posición 48 del ranking mundial, por encima de países como Italia, Rusia o Sudáfrica.
¿Es posible que en los próximos años surjan marcas de yates en Panamá? Quién sabe, el tiempo lo dirá, pero cuentan con los ingredientes necesarios. De hecho, el año pasado ya lanzaron su primera Feria Internacional de Yates.
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