Cuando se consultan las páginas institucionales de las compañías, sobre todo si éstas son públicas (aquellas que cotizan en Bolsa) se puede observar que presentan a sus inversores actuales y potenciales, a los analistas o rectores de los mercados de valores, información detallada y compleja de sus cifras financieras en forma de balances, cuentas de resultados y notas a pie de página.
Swarovski no es una compañía pública, por lo que no está obligada a desglosar semejante información en su página web. De hecho, en lugar de mostrar datos financieros y ratios, muestra sus logros en un determinado periodo por reducir su consumo energético, su ahorro de agua, su inversión en reducciones de gases de efecto invernadero, su política de reciclaje, etc. Así, su último informe de sostenibilidad disponible (2017) nos indica, entre otras cosas, que la compañía:
Una de las formas en que Swarovski demuestra su compromiso con el medio ambiente es a través de un muy original programa que busca crear conciencia en las escuelas sobre el cuidado del agua. Se trata del proyecto Swarovski Waterschool, una relación responsable con las personas y el planeta es una parte integral de su patrimonio. Este programa educativo mundial ha alcanzado a 461.000 niños y la Fundación Swarovski, creada en 2013, trabaja para apoyar la cultura y la creatividad, promover el bienestar y para conservar los recursos naturales para lograr un impacto social positivo.
Swarovski piensa en las generaciones venideras y esta filosofía motiva a la marca a prestar su voz y apoyo a eventos filantrópicos en todo el mundo. Una de esas reuniones fue la 48ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial (FEM) celebrado en Davos-Klosters (Suiza). El FEM pretende involucrar a los líderes de todos los ámbitos de la vida para desarrollar una narrativa compartida que debería mejorar el estado del mundo. Aquí, Swarovski participó en eventos especiales, mesas redondas y apariciones en los medios de comunicación, y presentó una vista previa especial de su nuevo documental de Waterschool para promover la sostenibilidad y defender los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
En el contexto de estos asuntos, la firma se centró en las áreas en las que considera que puede tener un mayor impacto, incluida la administración del agua, el empoderamiento de las mujeres y el consumo responsable en la industria de la joyería y la moda. En medio de estas apariciones, una de las cabezas visibles de la compañía, Nadja Swarovski, organizó la discusión y el evento del panel Swarovski Waterschool. Los delegados del FEM, líderes empresariales, académicos y personas de ONGs así como medios de comunicación asistieron a una vista previa exclusiva de Waterschool.
Un documental creado en colaboración con la Escuela de Teatro, Cine y Televisión de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), seguido de un enérgico debate sobre la conservación del agua. La película ofrece una vista de primera mano de Swarovski Waterschool, que ha educado a casi medio millón de jóvenes en siete países alrededor del mundo sobre la importancia de preservar el agua dulce. Swarovski ha sido miembro de FEM de Davos desde su inicio en 1971, que se remonta a la relación de Daniel Swarovski II con el fundador de la organización, Klaus Schwabb.
En relación con la actividad ya más comercial de la marca austriaca de joyería, cabe destacar que Swarovski ha estado en el mercado ruso durante muchos años. La red de la compañía supera los 120 puntos de venta en diferentes formatos, pero hasta ahora este minorista había trabajado solo a través de socios, para, en noviembre de este año, debutar con una tienda propia de la compañía en Moscú, en concreto en el centro comercial Yerevan Plaza, un gran establecimiento de cuatro niveles que es un proyecto conjunto de las compañías Stinkom Group y Tashir Group. La galería comercial del centro cuenta con 162 tiendas de minoristas rusos e internacionales.
El diseño de la boutique está hecho en el concepto de Crystal Forest de Swarovski y allí la joyera austriaca acaba de presentar, para el mercado ruso, su colección de la temporada otoño-invierno 2018/2019. En total, Swarovski está presente más de diez mil puntos de venta en 170 países del mundo. El año pasado, el volumen de negocios consolidado de la compañía ascendió a 3,4 mil millones de euros. Como hemos visto, más allá de lo significativo de esta cifra de ventas, la compañía puede presumir de hacer una labor encomiable por la conservación del medio ambiente.
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