El sólido crecimiento de Hermès en los últimos seis meses se basa principalmente en Asia y más concretamente en China. La casa francesa de productos de lujo facturó entre enero y junio 2.853 millones de euros, cifra que representa un avance del 5,2 % respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. El incremento es algo menor por el negativo efecto del tipo de cambio; sin tenerlo en cuenta, las ventas habrían crecido un 11,2 %.
En la región Asia Pacífico, Hermès facturó un 7,5 % más en los primeros seis meses del año. Pero la zona que de verdad impulsa las cuentas del grupo francés es China. Su marca y sus productos causan furor allí con incrementos de la facturación por encima de los dos dígitos de manera constante desde hace varios ejercicios. Todo ello se une al aumento del 6,6 % en Europa y del 1,5 % en América; mientras que en Japón las ventas de Hermès bajan un 1,1 %.
Buena parte del éxito en esa región del mundo se debe a su política de precios. La compañía está siendo cuidadosa y los ha reducido un 4 por ciento a comienzos de este mes, transfiriendo a los consumidores el beneficio de una reducción en los aranceles de importación. El CEO de Hermès, Axel Dumas, está muy contento con la evolución del negocio y afirma además que «para China, realmente no veo ningún cambio de ritmo».
Por segmentos, el negocio de bolsos y marroquinería elevó un 1,5 % sus ingresos, hasta 1.425 millones de euros, mientras el área de accesorios facturó un 10 % más. Significativo el crecimiento del 2,7 % en el negocio de relojes y del 14 % en el de perfumes, hasta 77 y 153 millones de euros respectivamente.
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