Los zapatos de Nadal se venden en China

Las  pequeñas marcas de moda independientes atrapan cada vez más la atención de los compradores ricos de China, por tal motivo la empresa de zapatos de lujo Maison Corthay está tomando posiciones en el mercado del gigante asiático.

A medida que las grandes empresas de bienes de lujo, como LVMH, Hermès, Louis Vuitton, etc. luchan por tener una hegemonía global dando una imagen de exclusividad, Corthay, la zapatería de Rafael Nadal (Clive Owen, Kevin Spacey y Cate Blanchet también son adeptos a la marca) indica que se está beneficiando de ser una pequeña compañía que encuentra su nicho en el sector del lujo más elitista.

El 10 de marzo tuvo lugar la apertura de su primera tienda en China continental, en concreto en Shin Kong Place, un exclusivo centro comercial de Pekín y contó con la presencia de sus artesanos mostrando su gran destreza en la elaboración de los zapatos, un proceso que puede incluir  un servicio personalizado con cita con el fundador de compañía, Pierre Corthay. Esto pone de manifiesto el énfasis de la marca en la alta calidad y el trato más cercano con el cliente.

Maison Corthay tiene un fuerte presencia en Asia con cuatro de sus siete tiendas en total en todo el mundo allí ubicadas, incluyendo dos tiendas de Hong Kong y una tienda en Tokio, además de la nueva ubicación en Pekín, sin haber abierto aún  su primera tienda en Estados Unidos, ya  está pensando en Shanghai y Hangzhou para sus próximas aperturas en China.

A pesar de actual desaceleración del mercado de lujo de China, la marca está apostando por la creciente demanda de los consumidores chinos para modelos exclusivos de zapatos, que se venden a partir de unos  1000 euros (los zapatos a medida pueden llegar a 10.000 euros). En cuanto a las preferencias de los clientes chinos, Corthay dice que tienden a ser más audaces en sus estilos que los europeos. «Son muy, muy ricos y no  se preocupan por “el qué dirán”  a la hora de elegir vestuario», dice. «Llevan lo que quieren llevar, quieren divertirse. Usan zapatos de color rosa o zapatos verdes como  declarando: «Me pongo esto cuando quiero. ¿Te molesta? Está bien, no me importa”. Según él, «Les encantan los colores. Si se comparan con sus clientes en Europa, se podría decir que éstos últimos son mucho más  tímidos a la hora de elegir audaces colores y diseños de zapato».

Además, señala que la comodidad es un factor clave. «Les encanta estar muy cómodos desde la primera vez que se los prueban  -indica, señalando que esto es diferente para los europeos, que son más pacientes para amoldarse a los zapatos nuevos. Como resultado de ello, la marca está introduciendo nuevos estilos con material de relleno especial para la planta del pie”.

Una estrategia basada en el nicho de mercado
«Las personas que son muy ricas ya tienen muchos artículos de Lous Vuitton o de  Burberry «, continúa Pierre Corthay. «Los clientes chinos siempre están buscando algo más de nicho; de mucha calidad y hecho a medida, que  es el mejor servicio que puede ofrecer. Están muy atraídos por este servicio». Las ventas de zapatos Corthay están creciendo considerablemente, ya que los consumidores chinos buscan cada vez más ricos productos raros y refinados, dijo Xavier De Royere, director ejecutivo de la compañía francesa, sin dar cifras concretas de negocio.

«El ecosistema necesita peces pequeños», afirma  De Royere en una entrevista para Bloomberg en el taller y tienda de Corthay cerca de la Place Vendome en París.«Nos  queremos diferenciar de aquellas marcas omnipresentes en cada centro comercial. Buscamos nuestro nicho de mercado en la  altísima calidad y el servicio personalizado”. China parece el lugar adecuado.