Lucha por la fama en Corea del Sur

Las marcas luchan por estar siempre de moda ante los constantes cambios en la demanda del lujo en Corea del Sur.

Javier Santacruz. 25/06/2014
Lucha por la fama en Corea del Sur
Tienda de Louis Vuitton en Seul, Corea del Sur. Haz clic en la imagen para ampliar información

El consumo de bienes de lujo en Corea del Sur se ha incrementado exponencialmente en los últimos años gracias al crecimiento económico y al establecimiento de una economía libre de mercado. Es una de las regiones más dinámicas y con mayor potencial de crecimiento en un entorno no precisamente fácil. Sin embargo, la salud de la economía es más que patente viendo los cambios rápidos en la tecnología para adaptarse a los nuevos gustos de los consumidores.

Entre los muchos mercados que se encuentran en constante cambio en Corea del Sur, el mercado del lujo es uno de los que más se mueven. Las marcas tradicionales y nuevas luchan por estar siempre de moda ante los constantes cambios en la demanda. Es el caso de firmas como Louis Vuitton y la nacional Alexander Wang, las cuales forman parte de un mercado que genera 10.000 millones de dólares de aportación a la riqueza del país.

El caso de Louis Vuitton es paradigmático. Durante unos años, la marca era conocida como “la del bolso de los tres segundos” ya que salían al mercado con una frecuencia rápida nuevos diseños de bolsos. En los últimos tiempos, las marcas han girado hacia creaciones más sofisticadas para estar siempre “a la última” y poder competir con diseños que se extienden rápidamente por las redes sociales y las tiendas “low cost”.

Tienda de Alexander Wang. Haz clic en la imagen para ampliar información

El prototipo de consumidor de bienes de lujo está cambiando rápidamente, siendo cada vez gente más joven y preocupada por la exclusividad. Analistas de mercado como Lotte Department subrayan que los consumidores jóvenes desean llevar ropa de marcas más generalistas como H&M pero combinarla con un bolso de Hermès, de Louis Vuitton o perfumes de Givenchy.

Las marcas tradicionales premium buscan conservar su poder de mercado aunque lo hacen con resultados menguantes. Varias compañías han lanzado profit warnings como Christian Dior, Longchamp o la británica Mulberry. Las ventas de Burberry se han reducido un 5,2% en un año mientras el beneficio operativo ha caído un 40% hasta los 21 millones de dólares. En este contexto, la estrategia adoptada por Ferragamo, Dior o Coach es relevar a los cuadros directivos para poner a otros más dinámicos.

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