Las cuentas de las grandes firmas de lujo del mundo ya auguraban un frenazo del sector. Así lo ratifica un informe de la consultora Bain & Company que asegura que el mercado de artículos personales de lujo experimentó una ligera caída en el primer trimestre de 2024. Todo ello después de haber firmado un 2023 de récord, llegando a los 1,5 billones de euros.
Sin embargo, este frenazo no es igual en todos los sectores, sino que el estudio destaca una tendencia continua que favorece las ofertas experienciales sobre los bienes tangibles. Destaca fundamentalmente el crecimiento constante del sector hotelero de lujo y de la alta gastronomía.
Ambos impulsados por la recuperación de la industria del turismo y la creciente demanda de experiencias inmersivas. Además, se suma un mayor interés por cruceros de lujo más pequeños e íntimos. Superan los conceptos de cruceros tradicionales, a lo que hay que unir el crecimiento constante en jets y yates privados.
En el extremo opuesto, destaca la desaceleración en el mercado de subastas de bellas artes, debido a la escasez de obras de arte y la incertidumbre económica existente. Y es que, las marcas de lujo personales se encuentran en un momento de crisis, debido a las presiones macroeconómicas y a la disminución de la demanda de los consumidores, por lo que tendrán que reinventarse para seguir siendo relevantes frente a la creciente competencia.
Aun así, la joyería se destaca como uno de los puntales del mercado del lujo. Los consumidores toman decisiones de compra basadas en la inversión, superando a los relojes. Mientras que la ropa se ha impuesto frente a los accesorios entre los clientes más exclusivos. Por su parte, los consumidores aspiracionales están abandonando las compras de calzado en favor de dirigir su gasto hacia maquillaje, fragancias y gafas, que son vistos como pequeños caprichos.
A todo esto hay que sumar que debido a los crecientes niveles de desempleo mundiales y el debilitamiento de las perspectivas futuras, las generaciones más jóvenes están retrasando el gasto en bienes de lujo, por lo que son los miembros de la Generación X y los Baby Boomers los que disfrutan de la riqueza acumulada y aumentan su gasto.
Por ello, y para evitar este frenazo del mercado del lujo, las maras están apostando por abrirse a nuevos mercados a través del deporte, incluyendo el pádel, las carreras y el fútbol. El informe destaca que las marcas de lujo desempeñarán un papel importante en los Juegos Olímpicos de 2024 en París, lo que permitirá nuevas oportunidades de desarrollo para llegar a nuevas audiencias y consolidar clientes.
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