Inditex abandona Rusia con un futuro muy incierto para las empresas extranjeras
La multinacional gallega, como consecuencia del brutal ataque ruso a Ucrania, sigue el ejemplo de otras muchas compañías occidentales.
El 24 febrero de 2022 pasará a la historia como un infame día. La fecha en la que el presidente ruso Vladimir Putin decidió invadir la vecina Ucrania. Un estado soberano e independiente reconocido por la ONU. Un crimen que ya investiga el Tribunal Internacional de la Haya. Las advertencias de los servicios de seguridad de Estados Unidos, anunciadas por el presidente Joe Biden se han demostrado, por desgracia, ciertas.
Como consecuencia de esta desgraciada invasión se puso en movimiento un engranaje de defensa del mundo civilizado. Con sorprendente unanimidad, se decidió apoyar al heroico pueblo ucraniano, encabezado por el presidente Volodimir Zelenski. Una serie de sanciones sin precedentes que incluían el bloqueo de tecnología, la desconexión de sistema SWIFT o la congelación de los activos del Banco Central de Rusia en sus depósitos.
Inditex tenía unas 500 tiendas en Rusia
Se adoptó el cierre del espacio aéreo para los aviones procedentes de Rusia y se cerro gran parte del tráfico marítimo, con la excepción de productos energéticos. El rublo se devaluó en pocas horas un 35 %, a pesar de fuertes medidas de control de capitales. Los ciudadanos rusos decidieron hacer colas en los bancos para no perder sus maltrechos ahorros. La bolsa de Moscú permanece aún cerrada. Se anuncia que los tenedores extranjeros de acciones de compañías podrían ser incapacitados para vender sus participaciones en compañías rusas.
Inditex informó este fin de semana que en las actuales circunstancias no puede garantizar la continuidad de las operaciones y de las condiciones comerciales en la Federación Rusa. «Por ello, suspendemos temporalmente la actividad en las 500 tiendas y en el canal online del país». Este sábado fue el último día de atención al público.
Inditex garantiza el salario de sus trabajadores en Rusia
Rusia constituye para la propietaria de Zara alrededor del 8,5 % del resultado neto de explotación global del grupo. Recalcan desde la multinacional que la prioridad sigue siendo la plantilla de más de 9.000 personas. Se va a desarrollar un plan especial de apoyo. Los trabajadores se mantendrán en una situación similar a la del Covid-19 desde el punto de vista laboral. Aunque, según la compañía los salarios estarán garantizados, parece complicado que la empresa pueda mantener a sus empleados si las condiciones políticas y económicas no cambian. En principio esta medida no afectará a los 13 establecimientos y a los 280 trabajadores de Inditex Bielorrusia.
Nada más iniciarse el conflicto bélico, Inditex había dejado sin actividad sus 80 establecimientos en Ucrania. Una decisión que tomó alegando que su prioridad era dar seguridad a la plantilla conformada por 1.170 trabajadores. Desde el 24 de febrero, la compañía ha sufrido una caída en bolsa del 23 %, en línea con el resto de acciones del IBEX-35. Una de las razones por la que la caída en bolsa no ha sido más grave, es el hecho de que los locales en que opera el grupo gallego, son en régimen de alquiler. El quebranto financiero es menos pronunciado de lo que cabría pensar, aunque fuera de España es el país dónde más trabajadores tiene (el 6,5 % de su plantilla) y respecto a las tiendas representan casi el 8 % del total.
Ikea deja 15 mil empleados en Rusia
A parte de los casi 10 mil puestos de trabajo que peligran en el grupo Inditex, es muy destacable que Ikea cierre su actividad en Rusia. Allí trabajan 15 mil empleados. Además la multinacional sueca del mueble se nutría de muebles fabricados en Rusia, que también perderán muchos de sus pedidos. Hay fundados rumores de que el estado ruso va a proceder a confiscar activos de compañías extranjeras en Rusia. Además acaba de publicar un listado de países a los que considera hostiles y contra los cuales tomará sanciones de especial incidencia. Entre estos países están los de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido o Japón.
Mas allá de las razones políticas que tienen muchas de las multinacionales occidentales, muchas ellas del sector del lujo, son de carácter logístico. debido principalmente por las duras sanciones que impuso la UE, que hacen muy complicado el abastecimiento de materias primas. Además, la caída del rublo con el hundimiento consiguiente del poder adquisitivo del ruso medio, hace realmente difícil que el mercado ruso sea rentable en estas circunstancias.