El chef Mario Sandoval, abatido tras el robo de los mejores vinos del Restaurante Coque
El chef Mario Sandoval no sale del asombro tras el robo en su restaurante de Madrid de sus vinos más valiosos.
La policía sigue investigando el robo sucedido en la madrugada del pasado lunes en el Restaurante Coque de Madrid. Se trata de uno de los establecimientos más lujosos de la capital, con dos estrellas Michelin en su fachada. El propietario es el reconocido chef Mario Sandoval. Junto a él trabajan su hermano Rafael, que ejerce las veces de sumiller del restaurante y el otro hermano y también propietario Juan Diego.
Los hermanos han confirmado ante la policía que durante el pasado festivo de Todos los Santos sufrieron un robo en el local, situado en la calle de Marqués de Riscal, en el barrio de Chamberí. Según las primeras investigaciones, los ladrones accedieron al restaurante mediante un agujero realizado en la farmacia aledaña, que se encuentra cerrada desde hace un tiempo. Pudieron trabajar por lo tanto con relativa tranquilidad en un proceso que les llevó varias horas.
En robos similares, el vino nunca ha aparecido
Como en otros robos similares realizados en locales de este estilo, las fuerzas de seguridad sospechan que el asalto se realizó bajo el encargo de algún comprador. En el caso del restaurante Atrio, en Cáceres, los investigadores tardaron meses en dar con los ladrones,y del botín nunca se supo. Porque las botellas robadas son las más valiosas de las que se encontraban en el interior de la bodega del restaurante. Si de algo tiene fama Coque en Madrid es de poder degustar algunos de los mejores vinos del país.
Se estima que el local posee unas 25.000 botellas y la gran mayoría de ellas se ofrecen a sus clientes para su disfrute. En la llamada Sacristía se guarda una botella damajuana de Trafalgar de 1805. Un ejemplar que no se encuentra en ningún lugar del planeta. Las autoridades intentan esclarecer cómo fueron los hechos.
El robo del vino ha generado un profundo disgusto a Mario Sandoval
Los ladrones tuvieron la fortuna de que el restaurante permaneció cerrado el domingo y el lunes. Accedieron al local y lograron también desactivar totalmente la alarma, que al parecer era bastante sofisticada.
Mario Sandoval ha confirmado que algunas de las botellas desaparecidas formaban parte del legado familiar. Han desaparecido por ejemplo las que poseía su abuelo y que lograron salir indemnes de la Guerra Civil. «Tenemos gran amargura por desprendernos de estas botellas a las que teníamos tanto aprecio», ha dicho apenado el chef. Se estima que «el golpe» podría rondar los 200.000 euros.