Más movimientos en Kering Group: dice adiós el presidente de Gucci
El grupo de marcas de lujo está inmerso en una nueva etapa llena de cambios en su modelo de negocio.
Kering Group, responsable de marcas como Gucci, Balenciaga o Cartier, sigue haciendo cambios empresariales y ha anunciado que el consejero delegado de Gucci, Marco Bizzarri, abandonará la compañía el 23 de septiembre de 2023.
Bizzarri, que desempeña el cargo de presidente y consejero delegado de la marca desde 2015 y es miembro del consejo ejecutivo de Kering desde 2012, será sustituido de forma interina por Jean-François Palus, actual director gerente de Kering.
Kering Group dice adiós a Marco Bizzarri de Gucci
Además, Francesca Bellettini, presidenta y directora ejecutiva de Yves Saint Laurent desde 2013, asumirá también el cargo de directora ejecutiva adjunta de Kering, encargándose así del desarrollo de la marca. De esta forma, todos los directores generales le reportarán y ella será responsable de dirigir todas las casas del grupo en sus próximas etapas.
Por su parte, François-Henri Pinault, presidente y director ejecutivo de Kering, ha explicado al hilo de todos estos cambios que está “construyendo una organización más sólida para capturar completamente el crecimiento del mercado mundial de lujo”.
Diversificación de las líneas de negocio
Y es que, los movimientos en el grupo no dejan de sucederse. De hecho, además del cambio de directivos, también está inmerso en un proceso de diversificación para seguir ampliando su importancia en el mercado del lujo con acuerdos y adquisiciones estratégicas.
Por un lado, está inmersa en una serie de negociaciones para adquirir una participación mayoritaria en Creative Artists Agency (CAA), controlada por el fondo norteamericano TPG, una agencia que representa estrellas de Hollywood, cantantes y destacados deportistas de élite, lo que le permitirá aumentar el número de colaboraciones entre artistas y marcas de lujo.
Junto a ello, también ha adquirido Creed, una icónica marca francesa de perfumes de lujo, en una transacción, valorada en 3.500 millones de euros, que forma parte de la estrategia de Kering Group de expandirse hacia el negocio de cosméticos.
