España impulsa el biometano para avanzar en la descarbonización
Ayudará a reducir la dependencia energética de la UE, a gestionar y aprovechar los residuos, así como a reducir emisiones.
El gas renovable o biometano es una energía verde con balance nulo de emisiones. Es totalmente intercambiable por el gas natural, por lo que puede distribuirse a través de la infraestructura gasista existente. También puede emplearse con las mismas aplicaciones energéticas en hogares, industrias o comercios. Y por supuesto, su uso también es recomendable para movilidad en el transporte, contribuyendo a la descarbonización. Según datos de la Comisión Europea, España es el tercer país con más potencial de desarrollo de biometano de Europa.
Se estima que podría tener capacidad para generar 137 TWh anuales. Este potencial, unido al del resto de gases renovables, podría llegar a cubrir más del 50 % de la demanda total de gas en 2028. Asimismo, y con los incentivos adecuados, en 2030 España podría estar produciendo 20 TWh de biometano, que supondrían el 8 % de la demanda convencional (industrial y residencial) de gas natural.
El biometano puede sustituir al gas natural
La producción de gases renovables está alineada con el recientemente aprobado paquete REPowerEU, el plan europeo para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y avanzar en la transición verde. Dentro de este plan, el biometano juega un papel clave para ir sustituyendo el uso del gas natural en los próximos años.
En este sentido, Naturgy está apostando por el desarrollo de nuevas energías que permitan al país aprovechar la calidad e inversiones realizadas de las redes de suministro de gas actuales. Así, trabaja con una cartera de proyectos de conexión de plantas de biometano a sus redes que supondrá la inyección de cerca de 6 TWh/año. La firma lidera el desarrollo en España del gas renovable como uno de los ejes de descarbonización a corto y medio plazo.
Naturgy desarrolla varios proyectos de producción de biometano
Recientemente, Naturgy anunció la adaptación de la planta de biometano instalada en la explotación ganadera de Porgaporcs, en el municipio leridano de Vila-Sana. Con ella se pretende inyectar gas renovable en la red de distribución del grupo en 2023. La compañía invertirá 1,5 millones de euros en este proyecto para avanzar en su objetivo de que en 2050 todo el gas que circule por sus redes de distribución sea de origen renovable.
La planta de biometano de Vila-sana será la tercera que Naturgy ponga en operación comercial en España y la segunda de la compañía ubicada en Cataluña. A partir del próximo verano, esta instalación inyectará el equivalente al consumo anual de 3.150 hogares. La generación y consumo de este gas renovable evitará la emisión a la atmósfera de más de 2.450 toneladas equivalentes de CO2/año, lo que equivale a plantar más de 4.900 árboles.
La producción de biometano puede ser más ambiciosa
La Hoja de Ruta del Biogás recientemente publicada considera que los gases de origen renovable forman parte de la solución para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Pero no establece unos objetivos de producción y consumo acordes con otros países de nuestro entorno.
Así, el estudio ‘El biogás y el biometano como palanca clave en la descarbonización de la economía española’, elaborado por PwC y el Ciemat, y publicado por Fundación Naturgy, aboga por establecer objetivos vinculantes y más ambiciosos para aprovechar el potencial real de este gas en España.
El alto potencial de biogás en España
La publicación plantea multiplicar por 3,8 su producción hasta 2030, superando los 10,4 TWh. De hecho, prevé que ese mismo año al menos un 1% del gas consumido a través de la red de gas natural sea biometano. Sin embargo, el potencial del biometano en España es mucho mayor.
El IDAE lo calcula en 34 TWh/año, 3 veces más que el objetivo de producción del PNIEC 2021-2030. Otros informes recientes, que incluyen el cálculo de los cultivos energéticos, elevan este potencial a los 137 TWh/año. Eso significa multiplicar por más de 10 veces el objetivo de producción del PNIEC.
“Considerando el máximo potencial posible de producción de biogás, se podría llegar a sustituir hasta el 32% de la demanda nacional de gas natural en 2021 con una reducción de la huella de carbono asociada al sector gasista de entre un 20-56%”, asegura Mercedes Ballesteros Perdices, directora del departamento de Energía del CIEMAT, entidad coautora del estudio.