Reducir el impacto de los residuos en nuestro planeta es un trabajo que compete a todos. Muchas empresas españolas han acentuado su esfuerzo en este ámbito, reduciendo el consumo energético y los residuos que genera su actividad. Mercadona ha dado un paso más en su Sistema de Gestión Ambiental. Así, en los últimos dos años ha conseguido reducir su consumo eléctrico en 39,7 millones kWh. En ello ha tenido especial incidencia la instalación de 1.400 paneles solares y la reforma de más de mil tiendas.
Todas ellas forman parte de las llamadas Tiendas 8, capaces de reducir hasta en un 40 % el consumo energético con respecto a un supermercado convencional. El año pasado además, Mercadona se unió a la iniciativa internacional Lean&Green, impulsada por AECOC. Como consecuencia de ello, está trabajando en un Plan de Acción para la Reducción de Emisiones con el que podrá certificar una reducción inicial del 20 % de sus emisiones logísticas entre 2015 y 2019, a la que sumará un 10 % adicional en 2023.
Como parte de su modelo de gestión responsable, Mercadona se asoció hace más de una década a la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas. Se unió de esta forma a una veintena de organizaciones, de grupos de trabajo que promueven los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la industria agroalimentaria, con la publicación de una Guía de Buenas Prácticas para el sector.
Durante estos años, y tras haber reevaluado sus procesos y puesto en marcha nuevas medidas de sostenibilidad, la compañía ha reforzado su compromiso con el respeto al medio ambiente, lo que ha supuesto una inversión de más de 90 millones de euros en estos dos años.
La compañía ha seguido revisando su logística. Ha introducido mejoras que, en su conjunto, han permitido optimizar estos procesos para hacerlos cada vez más sostenibles. Para ello, ha incorporado soluciones como, por ejemplo, el uso de combustibles menos contaminantes y mejoras en los equipos refrigerantes de los vehículos que utiliza la empresa. Se ha renovado la flota con motores más avanzados y eficientes.
Y los repartos de última milla en núcleos urbanos se realizan por camiones con las normas de control de emisiones más restrictivas del mercado. Además, ha seguido impulsando su Estrategia del Ocho, con diversas iniciativas combinadas que permiten mejorar el comportamiento ambiental de su flota.
Consciente de las oportunidades que se derivan de la buena gestión de los residuos, y de la incidencia que ello tiene en la sostenibilidad del planeta, Mercadona desde hace años centra todos sus esfuerzos en la reducción y los pilares de la economía circular como principal estrategia. En 2020 ha puesto en marcha la llamada Estrategia 6.25, que cuenta con seis acciones para reducir el uso de plástico y la gestión responsable de su residuo.
Se persigue conseguir en 2025 un triple objetivo: reducir un 25 % de plástico en sus envases, que todos los envases de plástico sean reciclables y reciclar todo su residuo plástico. Con este objetivo, la compañía ya ha eliminado las bolsas de plástico de un solo uso en todas sus secciones, así como los desechables de plástico de un solo uso, que ha sustituido por menaje sostenible. Estas medidas han permitido reciclar, solo en 2020, hasta 3.000 toneladas de plástico para elaborar bolsas reutilizables, o lograr un ahorro de más de 180.000 toneladas al año de materiales de un solo uso. Mercadona invertirá 140 millones de euros hasta 2025 en la ejecución de la Estrategia 6.25.
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