Los países emergentes, claros aliados de Rusia en su conflicto con Ucrania
Aunque bastantes de los países emergentes han criticado la guerra iniciada por Vladimir Putin , le están dando oxígeno al Kremlin al apoyar a la deteriorada economía rusa.
Cuando hablamos de la brutal agresión de Rusia invadiendo Ucrania nos viene a la cabeza la unidad de Occidente para hacer frente a los planes expansionistas de Putin. Pero también el horror sufrido por la población ucraniana, las muertes de jóvenes de ambos ejércitos, la destrucción y el éxodo masivo.
Europa ha impuesto coordinadas sanciones económicas que tratan de asfixiar la maquinaria bélica rusa y los esfuerzos por hacer de Rusia un país paria, expulsado de todo tipo de evento cultural, deportivo o social.
El conflicto ha traído, a su vez, contra-sanciones rusas. Se ha reducido la venta de su gas a Europa y se ha asfixiado la salida del cereal ucraniano de las costas del Mar Negro. Se está generando una crisis energética y alimentaria de colosales dimensiones.
China e India se desmarcan apoyando a Rusia
Más allá de los países avanzados, de las democracias plenas (o más o menos plenas) hay numerosas naciones que no comparten este ostracismo hacia Rusia. Son países muy relevantes en la geoeconomía mundial. Las dos naciones más pobladas del mundo, China e India, están dando grandes dosis de oxígeno a la economía rusa.
Si bien es cierto que la invasión de Ucrania fue criticada, o recibió abstención de gran parte de los miembros de las Naciones Unidas (140 en contra de la invasión, 5 a favor con 38 abstenciones) el presidente chino, Xi Jinping, se ha mostrado crítico. Ha marcado el tono en la reuniones de los BRICS –las economías emergentes: Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica–con un discurso crítico hacia las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia.
Putin tiene diálogo directo con los mandatarios de ambos países
Xi ha advertido que «las sanciones son bumeranes y espadas de doble filo que politizan e instrumentalizan la economía mundial y la convierten en un arma». El mandatario chino, anfitrión virtual de uno de los encuentros veraniegos de los BRICS, ha defendido la eliminación de barreras para consolidar la globalización. Además, ha pedido esfuerzos para mejorar la gobernanza mundial dando “voz y representación a los mercados emergentes y a los países en desarrollo”.
Por su lado, el primer ministro indio, Narendra Modi, ha venido manteniendo conversaciones telefónicas especiales con el presidente ruso, Vladimir Putin. Lo ha hecho con el fin de ilustrar a este último sobre la necesidad de poner fin pacífico y diplomático al derramamiento de sangre iniciado por Rusia, pero sin apoyar las drásticas sanciones de Occidente.
Se pide la conclusión rápida de la invasión, pero sin convicción
La urgencia de un pronto fin a la invasión rusa de Ucrania, se subraya, entre otras cosas, en la declaración que se produjo, por ejemplo, al final de la 14ª Cumbre BRICS, que fue celebrada virtualmente en Beijing. Entre otras cosas, la declaración decía: «BRICS reafirma su compromiso de garantizar la promoción y protección de la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos con el objetivo de construir un futuro compartido más brillante para la comunidad internacional basado en una cooperación mutuamente beneficiosa».
Por otro lado, la reunión anual de los BRICS ha dado la oportunidad al presidente ruso, Vladímir Putin, de romper su aislamiento internacional. Putin ha participado participar en un foro global para mostrar que todavía le quedan aliados que no han condenado explícitamente la invasión de Ucrania. El mandatario ruso ha pedido a sus socios de alianza que cooperen ante lo que ha calificado de “acciones egoístas” de Occidente.
Rusia tiene el apoyo de los países emergentes
Una postura realmente cínica al estampar su firma en la declaración. La credibilidad de los BRICS está en riesgo debido a una conducta contradictoria tan desconcertante por parte de sus miembros. BRICS está obligado a rectificar estas flagrantes irregularidades lo antes posible, al menos aquellos que son más democráticos como lo son India o Brasil.
Los BRICS están por encima de los países del G7 en términos de una serie de índices de poder. Por ejemplo, en capacidad nuclear, por lo que, en términos militares, están casi a la par con el G7.
No parece que la postura más colaborativa con Rusia de China o la equidistancia del resto de los BRICS vayan a colaborar en un fin inmediato de la invasión rusa. Esta organización no sanciona al Kremlin, bien al contrario, ase aprovecha de ventajosas oportunidades de negocio dejadas por las sanciones occidentales. Este oxígeno que Putin recibe de manos de los BRICS favorece la prolongación de la guerra y sus nefastas consecuencias.