Dori Toribio

Repetir atuendos en el trabajo y en los eventos es un golpe de poder. Esto es lo que aconseja a las mujeres la fundadora de la web The Huffington Post y ahora CEO de Global Thrive, Arianna Huffington: repetir vestimenta más a menudo para evitar perder tiempo y energía. Lo explicó en la Cumbre de las Mujeres Más Poderosas de Fortune, celebrada en Washington. Arianna Huffington asegura que los hombres tienen una ventaja competitiva "Creo que las mujeres deberían repetir lo que les gusta llevar", aseguró Huffington. "Los hombres tienen una ventaja competitiva. Ellos no tienen que perder la energía que nosotras perdemos." Explicó Huffington en este poderoso foro que ella ya lo está poniendo en práctica. "Sentir que tenemos que llevar puesto algo nuevo cada vez que damos un discurso, cada vez que hacemos algo importante...", continuó. "Así que yo lo que estoy haciendo es usar mi Instagram para mostrarme, por ejemplo, en la cena de los 100 más poderosos de Time al lado de la cena de Corresponsales de la Casa Blanca, llevando el mismo vestido." Y lo hace siempre usando el hashtag #repeats. Huffigton asegura que las mujeres siempre tienen que preocuparse por lucir la mejor imagen La reflexión de Huffington nació hace unos meses. Escribió un artículo sobre una conferencia a la que asistió, en la que se dio cuenta de que las mujeres que participaban "llegaban luciendo estupendas, como tienden a hacer las mujeres exitosas del mundo empresarial", mientras que el único hombre que participó en el evento llevaba camiseta y pantalones vaqueros. ¿Por qué los directivos tecnológicos pueden vestir informal y las mujeres no? De fondo queda un debate que circula desde hace tiempo en el mundo laboral estadounidense. Un concepto que muchos hombres de éxito llevan años aplicando: los "uniformes". El diario The New York Times tituló la historia "Hombres lo suficientemente poderosos como para llevar la misma ropa todos los días." Desde el eterno jersey de cuello alto negro de Steve Jobs a la camiseta gris de Mark Zuckerberg o los trajes azules de Barack Obama, que confesó repetir casi a diario durante sus años en la Casa Blanca. "No quiero tomar decisiones sobre lo que como o llevo puesto. Porque tengo muchas otras decisiones que tomar."