Esta sí es la crema de Isabel Preysler

Isabel Preysler ha cumplido un sueño que siempre le venía a la mente cuando llegaban a sus oídos las leyendas urbanas que contaban que usaba cremas de cinco euros, o que, por ejemplo, una cajita de Xekphon se le había caído del bolso en el control de seguridad del aeropuerto… Habladurías que en algunos casos ha tenido que frenar con la intervención de sus abogados.

Ahora, tras dos años de pruebas («No sabes la de veces que hemos cambiado la textura!») y de búsqueda de la mejor fórmula con principios activos que buscan la luminosidad y la hidratación, Isabel Preysler presenta su línea My Cream compuesta por un sérum  (con vitamina C y Resveratrol Metabólico además de un complejo iluminador que atenúa las manchas propias de la edad), contorno de ojos y de labios (con aloe, cafeína, extracto de rusco..)  y crema hidratante facial con células madre de Argán, diacetil Boldina, activos  blanqueadores, Vitamina C….

Los tres productos fabricados por un laboratorio español se venderán exclusivamente en farmacia porque según Preysler «es signo de garantía, seguridad, eficacia y confianza. Me daba miedo que la gente pensara que simplemente ponía mi imagen a una marca». En cuanto al precio, ninguno llega a los 50 euros «ya que mi intención es compartirlo con todo el mundo y no hacer un producto inasequible. No tiene por qué tener un precio desorbitado», insistió.

Ana, su hija pequeña, fue la que le empujó a convertirse en empresaria del sector cosmético cuando su marido se puso enfermo. Le dijo que ella se ocuparía de crear la sociedad, de desarrollar la parte de marketing y de los números «que es un rollo». Con estas condiciones, Isabel accedió. Y se puso manos a la obra: más de un año probando y mejorando la fórmula de la crema para obtener el producto deseado. En este sentido nos cuenta que «quería que la crema oliese a peonía, una flor que me gusta, que huele a limpio pero que no se suele utilizar en perfumería. Pero al final lo logramos». Sus hijas fueron las siguientes «conejillas de indias».

Preguntada por The Luxonomist sobre cómo habían reaccionado sus amigas (y también empresarias con cremas propias y centros de belleza) Maribel Yébenes o Massumeh, Isabel dejó claro que «me han dado muchos consejos como amiga y no como competidora».

En un principio el lanzamiento se iba a hacer en Navidad pero se retrasó por el fallecimiento de su marido, Miguel Boyer. Sin embargo, ahora se ha tenido que adelantar (estaba previsto para marzo) debido a una filtración a los medios. Convertida en empresaria explica que «hay gente que piensa que he esperado demasiado pero creo que nunca es tarde».

Ante la petición de los periodistas por sus hábitos para lucir radiante Isabel explicó que «no fumo ni bebo y hago ejercicio porque tengo un entrenador personal que me pone a andar sino no lo haría…. Ahora nado menos porque desde que me operaron de las cervicales sólo puedo hacerlo de espalda y es aburrido«.

En las dos presentaciones que hizo  a la prensa (por la mañana con periodistas de belleza en su casa y por la tarde con los de sociedad en el Hotel Villamagna) Preysler estuvo acompañada de Virginia Sánchez, Jefe de Servicio de Dermatología en el Hospital Universitario HM Sanchinarro (de Madrid), quien además de la luminosidad y la hidratación, destacó el grado de absorción conseguido. En ambas puestas en escena Isabel lució el mismo look: pantalón oscuro con chaqueta blanca ribeteada en negro de Escada. Stilettos negros y brillantes en los pendientes y en sortija. No necesitaba nada más para brillar.