El ‘síndrome del ojo seco’ es un problema mucho más común de lo que pensamos que afecta a una de cada diez personas en el mundo, uno de cada 10 españoles de más de 40 años y hasta un 75% de personas mayores de 65 años. Percibido como un problema ‘leve’ por oftalmólogos y pacientes, la realidad es que es un mal que puede minar muchísimo la calidad de vida de quien lo padece. “La calidad de vida de alguien con un síndrome del ojo seco leve es similar a la de quien sufre una psoriasis leve, pero en un grado severo puede asemejarse a la de quien padece una angina de pecho”, nos explica el Director científico y Jefe de sección de Superficie ocular y Ojo Seco de la clínica Rementería y catedrático en la Universidad Complutense de Madrid, el Dr. José Manuel Benítez del Castillo.
Se refiere sobre todo al desamparo del paciente, que se encuentra incomprendido por su entorno e incluso por los profesionales sanitarios debido a la consecuencia de sus lesiones. “Además de la molestia que conlleva la sensación de arenilla en el ojo, el ardor, el escozor, la fatiga visual, el cansancio, etc… el paciente se siente solo frente a algo que le obliga a disminuir su rendimiento laboral por la imposibilidad de mirar largo tiempo a las pantallas, a tener una mala calidad de vida por la necesidad de cerrar los ojos, no poder leer ni mirar las televisión desansar… Hasta hace muy poco los profesionales recetaban lágrimas artificiales y se desentendían del tema, pero cada vez se está tomando más conciencia de su gravedad”.
El síndrome del ojo seco tiene que ver con los niveles de producción de lágrima y su calidad. En el primer caso las hormonas son las responsables de que sean las mujeres las que más lo padezcan, especialmente tras la menopausia; y en el segundo caso pueden entrar en juego otras alteraciones como la conjuntivitis, la dermatitis, los eccemas, etc. No obstante, la proliferación de los dispositivos electrónicos y su continuada consulta es el motivo por lo que se la denomina ‘Enfermedad del siglo XXI’ al disminuir el ritmo de nuestro parpadeo y como consecuencia, la lubricación del ojo y la producción de lágrima.
El doctor nos cuenta que el 90% de los pacientes que acuden a la clínica Rementería lo hacen por el síndrome del ojo seco: “Somos la unidad de ojo seco más completa de España por la variedad y calidad de nuestros aparatos de diagnóstico y tratamiento. De hecho, atendemos a muchos pacientes incluso de fuera de España”.
El centro cuenta con las máquinas de diagnóstico Lipiview, que permite ver el grosor de la película de grasa de la lágrima y valorar el tipo de parpadeo; y Keratograph, donde se ve el tiempo de ruptura de la película lacrimal, si las glándulas de grasa están atrofiadas o no, etc. En cuanto a las de tratamiento, son la única clínica en nuestro país que tiene el aparato BlephEx que limpia el borde del párpado de grasa y ácaros en una sola sesión; LipiFlow, que permite masajear los párpados aliviando los síntomas del ojo seco; Miboplo, que aplica calor en los párpados; y una máquina de luz pulsada intensa (IPL) para tratar la blefaritis.
“El síndrome del ojo seco no tiene cura, como otras muchas enfermedades, pero sí tratamientos adecuados para disminuir sus síntomas y hacer más fácil la vida del paciente. Las lágrimas artificiales pueden aliviar un ojo seco leve pero no sirven de nada en síndromes moderados o severos. Después de la primera consulta en la que se realiza el diagnóstico, se utilizarán unas u otras máquinas, así como la prescripción de medicamentos en función de la gravedad de la lesión ocular”, concluye el experto.
La Gran Vía madrileña suma desde ya un nuevo hotel de lujo. Se trata de… Leer más
A diferencia de la familia real británica, que se reúne al completo en Sandringham para… Leer más
Cada vez que aparece en una alfombra roja Georgina Rodríguez nos deja con la boca… Leer más
Felipe VI y doña Letizia prometieron a los valencianos que volverían a la zona afectada… Leer más
La reina de la Navidad está de vacaciones y su aparición en la nieve no… Leer más
"El tren es el destino". Ese es el punto de partida del Tren del Glamour,… Leer más