Estamos habituados a oír hablar de esta enfermedad cutánea porque cada vez es más frecuente. En los últimos 30 años se han triplicado los casos en los países industrializados donde la padecen el 20% de los menores de 7 años y el 10% de los adultos.
La cara más visible de la Dermatitis Atópica son los eczemas en codos, detrás de rodillas, rostro… que nada tienen que ver con los efectos de una reacción alérgica o de piel sensible, Pero la problemática va mucho más allá de una reacción en la dermis. Según el último informe realizado en Europa al respecto (“Picor de por vida-calidad de vida y costes para las personas con dermatitis atópica severa en Europa“), los que la padecen tienen que asumir un desembolso económico extra (930 € al año) así como consecuencias emocionales. En algunos casos, el picor en la piel no cesa y las lesiones cutáneas por los brotes son constantes.
En el mercado laboral, esto tiene consecuencias a tenor de las respuestas de los pacientes encuestados que se sienten en inferioridad de condiciones en el trabajo. Existen casos extremos, en los que algunos enfermos no se sienten capaces de afrontar la vida diaria con normalidad.
Por ello, el 14 de septiembre se celebra el Primer Día Europeo de Sensibilización sobre la Dermatitis Atópica impulsada por la Federación Europea que aglutina a 43 Asociaciones de pacientes con alergias del entorno comunitario. En París, unas horas antes, se celebraba un encuentro internacional, con importante presencia española, para tratar la problemática y concienciar a la sociedad de lo que supone esta enfermedad de la que aún no se tienen todas las respuestas.
Lo que sí tenemos claro es que las pieles atópicas tienen pérdida de hidratación, lo que provoca enrojecimiento y picor. Por ello, los productos para tratarla por vía tópica están enriquecidos con activos calmantes y emolientes que nutren y regeneran la piel lo más rápido posible. Las fórmulas no deben tener perfumes ni alcohol o aceites minerales. El invierno, por cierto, es el momento donde reputan los brotes debido al frío y la sequedad.
Los laboratorios A-Derma, cuya línea Exomega es todo un éxito en el tratamiento, crearon la Fundación para la Dermatitis Atópica (que trabaja tanto con hospitales públicos como privados) con el objetivo de mejorar la salud y calidad de vida de quienes la padecen. Entre sus acciones hay numerosos talleres que se imparten en las 65 escuelas creadas con tal fin, 15 de ellas están en España (Asturias, Pontevedra, La Coruña, Madrid, Sevilla, Málaga, Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia, Alicante, Albacete y Murcia). Lugares de intercambio de opiniones, consejos entre padres, niños, pediatras, psicólogos, dermatólogos y enfermeras.
Y es que esta enfermedad crónica, no lo olvidemos, ha de tratarse desde distintas perspectivas especializadas ya que altera de forma relevante la calidad de vida de millones de personas.
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