Acudí invitada hace unas semanas a la clínica de medicina estética de la doctora Carla Barber en el centro de Madrid y lo que más me llamó la atención nada más llegar fue ver la sala de espera llena de jóvenes que no superaban la década de los veinte. Algunos incluso portaban una maleta, lo que indicaba que acababan de llegar a Madrid. Ilusa de mí, pensaba que a esas edades no se visitaba de forma tan masiva la consulta de una doctora en estética. Craso error: los jóvenes también tienen complejos y ponen remedio para acabar con ellos. La coqueta consulta se sitúa en plena plaza de Alonso Martínez y allí la doctora Carla Barber y su equipo me explican la clave de su éxito: saber empatizar con la juventud, utilizar las redes sociales para dar a conocer su trabajo sin trampa ni cartón (es decir, sin Photoshop ni maquillajes que escondan los efectos inmediatos de un pinchazo) y mostrar abiertamente la tarifa de precios. Eso de tener que asistir a una primera consulta a pedir presupuesto y nada más, ha pasado a la historia.
Según me cuentan, las personas que acuden a la clínica son escuchadas, asesoradas y atendidas con naturalidad y eficacia. De hecho, en apenas unos minutos, sus caras de felicidad hablan por sí solas, porque se necesita muy poco tiempo para que su tratamiento antiojeras con ácido hialurónico haga efecto. La doctora canaria me confiesa que siempre tuvo complejo en esa parte del rostro y no quiere que los demás pasen por lo mismo. Por eso éste, la rinomodelación sin cirugía (con resultados sorprendentes al instante) y el aumento de labios son sus retoques best seller. Pero en el Centro de la Dra. Barber hay otros tratamientos con aparatología muy puntera, como el láser XEO Génesis para tratar con éxito la rosácea. O la máquina Dermalinfusion que permite realizar una limpieza e hidratación profundas. De cara al biquini me hablan de SYMMED para conseguir glúteos sin esfuerzo. La medicina antiaging para prevenir los procesos de envejecimiento es el leiv motiv del trabajo de esta bella doctora que fue proclamada Miss España en el año 2015.
Sus jornadas de trabajo son intensas pero al escucharla y verla trabajar entiendo que le resulta difícil poner freno a lo que tanto le gusta. No se olvida de Instagram, donde personalmente publica sus trabajos del antes y el después de que los pacientes pasen por sus manos. El esfuerzo y dedicación merecen la pena: en su agenda no cabe ni un alfiler para los próximos meses. Pese a la intensidad de su día a día, los preparativos de su inminente boda y los viajes (tiene consulta en Las Palmas de Gran Canaria), Carla no pierde la sonrisa. Disfruta de su momento.
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