¿Las bolsas de los ojos son para siempre?

Las personas solemos asociar la aparición de bolsas bajo los ojos con la falta de sueño; pero éste no es el único ni el principal motivo para su aparición. La fuerza de la gravedad, por ejemplo, pesa sobre todos los objetos terrestres, incluyendo la piel. Cuanto más tiempo se está expuesto a la gravedad, es decir, a medida que envejecemos, los tejidos faciales van cayendo.

Los párpados superior e inferior se componen de piel, músculo y grasa. Con la edad, los músculos se debilitan y no pueden mantener la piel fuerte. La piel también cambia debido a que el colágeno se degrada. El colágeno es una proteína que da estructura a nuestras células, se le conoce coloquialmente como ‘El pegamento del cuerpo’. En la piel, por ejemplo, proporciona tersura, firmeza y elasticidad. Con menos cantidad de colágeno, la piel comienza a arrugarse y envejecerse.

El principal culpable de la hinchazón debajo de los ojos es la grasa. A medida que se envejece, la grasa, como todo lo demás, comienza a caer. Los depósitos de grasa alrededor de los ojos ayudan a protegerlos. Sin embargo, a partir de los 40 y 50 años, la membrana que contiene la grasa se debilita, la que provoca que la grasa se deslice hacia fuera ocupando nuevos espacios debajo de la piel. Cuando las personas padecen ese tipo de hinchazón puede deberse a una mala colocación de la grasa. El factor genético juega un papel fundamental. Si tus padres han tenido bolsas en los ojos lo más probable es que tú también las sufras en torno a la misma edad.

¿Qué soluciones existen?
Existe un tratamiento estético denominado blefaroplastia o cirugía de párpados que se utiliza para eliminar el exceso de piel de los párpados y/o eliminar las bolsas de los ojos, permitiendo que el paciente recobre la  viveza en su mirada y rejuvenezca su rostro. Se trata de una sencilla intervención que no necesita ingreso hospitalario y que consiste en realizar pequeñas incisiones en los párpados (en el párpado inferior se realiza la incisión de 1 mm por debajo de las pestañas mientras que en el superior se realiza en el pliegue), para eliminar el exceso de piel y grasa, a la vez que se aprovecha para esculpir la grasa y tensar el músculo subyacente con el objetivo de conseguir el aspecto final deseado. Las cicatrices quedan totalmente disimuladas.

Se consiguen resultados duraderos y estables. A los diez días desaparecen los hematomas y puede volverse a una vida normal. Es aconsejable salir a la calle con gafas de sol durante los primeros días después de la intervención para evitar tirantez o picor. Es una operación que puede combinarse con tratamientos con bótox y/o estiramientos faciales para revitalizar la cara. Eso sí, hay que tener en cuenta que la blefaroplastia no es un remedio para eliminar las conocidas como ‘patas de gallo’ ni las ojeras oscuras y pigmentadas.

Existen remedios populares como ponerse rodajas de pepino y bolsas de té en la parte superior de los ojos, pero no hay ninguna prueba científica que pueda demostrar la fiabilidad de estas técnicas. Tampoco está claro que la cafeína pueda penetrar en la piel y, si lo hace, que tenga algún efecto. Cuidar la salud de la piel, el ejercicio y dormir lo suficiente pueden ayudar a retrasar la aparición de bolsas en los ojos. Al fin y al cabo, como suele afirmarse, los ojos reflejan la salud de su piel y su cuerpo.