Ahora mismo, la radiofrecuencia facial es uno de los tratamientos más demandados de la medicina estética. Es una técnica no invasiva e indolora que estimula la circulación sanguínea y aumenta la producción de colágeno. Y como en todo, también los avances han llegado a ella, haciéndola apta incluso para las pieles más sensibles. Esto es al menos lo que asegura la firma alemana, Reviderm.
Dedicada a la dermocosmética biomimética y la tecnología de belleza desde hace más de 35 años, hace ocho que la marca decidió dar el salto a nuestro país. Ahora rompe moldes con el lanzamiento de ‘vega’, la que hasta la fecha es la única radiofrecuencia del mercado que trabaja sobre los adipocitos blancos.
“La radiofrecuencia “normal” actúa en la dermis y su objetivo es regenerar fibras a través de ondas electromagnéticas de alta frecuencia”, nos explica Elena Segovia, experta en cuidado facial. Es decir, que el aparato provoca que las moléculas de la piel vibren, lo que se traduce en un aumento de la temperatura del tejido y la activación de la producción de colágeno. Esto, como sabemos, contribuye a que la piel esté más firme, más jugosa y luminosa.
Pues bien, la nueva radiofrecuencia de Reviderm actúa en una capa de piel más profunda y que hasta ahora “se había pasado por alto”. Se trata de una zona intermedia situada entre la dermis y la hipodermis donde la tecnología vega aplica corrientes eléctricas alternas.
Lo hace a una temperatura de entre 40 y 43 grados -mientras la temperatura de la radiofrecuencia “normal” alcanza los 50 o 60º- según el tipo de piel y la tolerancia de cada una. Esto se nota en la piel a modo de leves pinchazos que inciden de forma selectiva en los adipocitos blancos, encargados de almacenar energía y liberarla si se estimulan de la manera adecuada.
Tal y como nos explica Haizea Felices, Brand manager de la firma en España, “el método vega es especialmente seguro para personas con cualquier tipo de piel. Garantiza resultados visibles desde la primera aplicación incluso en pieles sensibles, con rojeces o rosácea”.
Esta se aplica sobre todo el rostro en apenas unos 20 minutos en los que se incide, mediante unos electrodos desechables, en todos los rincones del rostro. Desde las líneas de marioneta al contorno de los ojos pasando por la flacidez del cuello o las cejas caídas, esta radiofrecuencia “mejora visiblemente los signos de la edad en un tiempo récord y sin pinchazos”, comenta Felices.
El “secreto” radica, como siempre, en preparar correctamente la piel antes de su aplicación. Esto corresponde a los profesionales de la firma, que realizan una limpieza profunda y una exfoliación enzimática antes del tratamiento; y aplican una mascarilla personalizada después.
Y para completar los efectos de esta radiofrecuencia en casa, Reviderm recomienda utilizar a diario el sérum fibro6 booster (199 euros) que activa los fibroblastos. Estas son las células encargadas de producir colágeno, elastina y ácido hialurónico, y responsables de que nuestra piel luzca joven, tersa y cuidada.
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