Es un gesto a veces involuntario antes de salir de casa. Pararse un momentito frente al espejo del baño y ‘chas’ ‘chas’, unas pulverizaciones de perfume sirven para estar lista y salir a una cita, al trabajo o a dar un paseo. El perfume que usa cada persona dice mucho de sí misma y de su personalidad. Según Christian Dior, “el perfume dice más sobre una mujer que su letra”.
Así, hay quienes son fieles a un aroma durante años o quienes lo cambian dependiendo de la ocasión, la estación del año o su estado de ánimo. Lo que está claro es que para gustos, colores (o perfumes) y que lo más importante a la hora de elegir uno es sentirse cómoda con él independientemente de las sensaciones que genere en quienes nos rodean. Resulta inevitable identificar a determinadas personas con olores concretos, al igual que hay perfumes que han marcado una época y que han dejado huella en la historia. Piezas de una industria millonaria a la que han sucumbido los grandes grupos de lujo internacional.
Hablando de perfumes icónicos es imposible no mencionar el que probablemente sea el más vendido de la historia: ‘Chanel Nº5′, de Chanel. Para su creación, Coco Chanel buscaba una fragancia que la representase: elegante, carismática y con carácter, y fue el perfumista Ernest Beaux quien, en 1921, convirtió esos deseos en realidad. En este caso, también su envase de ha convertido en icono de culto hasta tal punto que desde 1959 se conserva en el MoMa.
Esta fragancia vende más de 10 millones de frascos al año y debe gran parte de su éxito al cine, ya que estrellas como Nicole Kidman y Gisele Bündchen han protagonizado algunas de sus campañas más sonadas, por no hablar de que Marilyn dijo dormir únicamente con unas gotas de este perfume. Actualmente, está a la venta por unos 70€.
El segundo perfume más icónico de la historia es el Shalimar de Guerlain (70€) toda una oda a la sensualidad, opulencia y sofisticación que salió al mercado en 1925 inspirado en los jardines del Taj Mahal. Esta fragancia aúna a la perfección notas de cedro, bergamota, limón, iris y vainilla. Se trata, pues de un perfume que sabe representar el lujo y la atracción de lo exótico con un punto de elegancia francesa.
En esta lista no podía faltar un infalible en el tocador de muchísimas mujeres de todo el mundo: ‘Opium’ de Yves Saint Laurent. Esta mezcla de mandarina, cilantro y pimienta llegó al mercado en 1977 envuelta en una gran polémica. Debido a su nombre, una coalición de americanos con ascendencia china pidieron que se cambiase por considerarlo poco respetuoso con las Guerras del Opio libradas en China. Lejos de ser un inconveniente para las ventas de este perfume, la firma recaudó tres millones de dólares con su venta en tan solo 10 meses. Actualmente, se encuentra en los puntos de venta a un precio de 87€.
Seguirán saliendo al mercado muchos, muchísimos perfumes y de muy buena calidad, pero alguno de estos tres son los que no pueden faltar.
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