Rompe con los códigos… ¡labiales!

Lancôme crea su primer aplicador 'cushion' para los labios, una esponja más fácil de usar y con una textura irresistible.

The Luxonomist. 09/03/2016

Lancôme crea su primer aplicador ‘cushion’ para los labios: una herramienta sorprendente, aterciopelada, flexible y suave al tacto. Asociado a la fórmula exclusiva de Juicy Shaker, es la suavidad pensada para mimar, suavizar y dar elasticidad a los labios. Su textura alveolada, tipo esponja, absorbe la cantidad exacta de producto para una aplicación ultra fácil e intuitiva. Sobre todo porque su forma cónica se adapta perfectamente al contorno de los labios.

Lily Collins es imagen de los labiales, que tienen un aplicador comodísimo. Compra aquí
Lily Collins es imagen de los labiales, que tienen un aplicador comodísimo. Compra aquí

En un gesto, este aplicador de nueva generación deposita una película de color brillante tan fina que la tentación es de renovar la aplicación tantas veces como se desee. La intensidad del resultado puede modularse según los gustos, sin correr el riesgo de sobrecargar los labios. Dar ligeros golpecitos con el ‘cushion’ en el centro de los labios para lucir unos labios como redensificados con un irresistible toque de color o aplicarlo sobre todo el labio para conseguir un efecto más homogéneo.

Jugoso y brillante, así son los nuevos labiales de Lancôme
Jugoso y brillante, así son los nuevos labiales de Lancôme

Juicy Shaker se hace eco de dos productos emblemáticos de la marca. El Shaker, una de las fabulosas barras de labios-joyas imaginadas por el fundador de Lancôme, Armand Petitjean, durante los primeros años de vida de la casa. Creado en 1946, cuando los cócteles se imponen como uno de los símbolos del glamour, con un diseño increíblemente vanguardista para la época.

El nuevo labial está inspirado en el mítico Shaker de la firma. Compra aquí
El nuevo labial está inspirado en el mítico Shaker de la firma. Compra aquí

La otra inspiración de Lancôme es, obviamente, Juicy Tubes, ese glos icónico, con frecuencia imitado pero nunca igualado, que revolucionó los códigos del maquillaje en el 2000, por su carácter lúdico, su facilidad de uso y sus perfumes acidulados. Legado e innovación: estas dos palabras encierran toda la filosofía de Lancôme.

Relacionados

Últimas noticias

Subir arriba

Este sitio utiliza cookies para prestar sus servicios y analizar su tráfico. Las cookies utilizadas para el funcionamiento esencial de este sitio ya se han establecido.

MÁS INFORMACIÓN.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Versión móvil