Un trozo de campiña inglesa en la Gran Vía madrileña
Así es el primer spa de la firma Lush en España
Resulta sorprendente la facilidad con la que es posible olvidarse del bullicio de una de las principales calles del centro de Madrid y sumergirse en plena naturaleza inglesa donde se escuchan las campanas de una pequeña ermita inglesa al repicar o el pío pío de unos pájaros de la campiña de Dorset. Y esto, por curioso que parezca, se consigue con sólo subir una veintena de peldaños de escalera.
El primer spa de Lush en España alberga cuatro salas de tratamiento (una de ellas doble) en sus 200 metros cuadrados magníficamente decorados con jarras de leche metálicas repletas de flores silvestres, vajillas de té vintage, librerías de madera recicladas con cuentos y libros antiguos, paredes cubiertas de madera lacadas en tonos pastel…
Antes de comenzar cualquiera de los masajes que se ofrecen, la terapeuta te invita a sentarte en la mesa de lo que sería el office de una cocina rústica inglesa para preguntarte cómo te encuentras y cuál es el estado de ánimo que pretendes alcanzar. Para conseguir definir nuestro estado hay que seleccionar aquellas palabras (humor, felicidad, risa, relax…) que están escritas en una pared. Hay que decir las que más nos llaman la atención en un primer golpe de vista.
Yo probé uno llamado Synaesthesia. Un masaje de presión suave que comienza en los pies y finaliza, con agradables piedras calientes, en la cara. Una experiencia multisensorial que, desde luego, me ayudó a salir como nueva del centro tras hora y media de ritual en modo desconexión.
Si no dispones de ese tiempo hay otros tratamientos más breves como Tailor Made de media hora de masaje profundo.The Spell se centra en los pies,The Sound Bath consigue una absoluta relajación en completa calma y The Comforter es unmasaje corporal exfoliante de chocolate y rosas que además de nutrir la piel te da un buen tono vital. Recientemente se ha añadido a la carta de masajes uno inspirado en los Beatles. Es Hard Days Night Treatment, que relaja cuerpo y mente a través de una combinación de masajes firmes y estiramiento pasivos suaves.
La música es clave para la firma, que ha entendido que cada tratamiento debía tener su propia banda sonora y así se lo hizo saber al productor discográfico Simon Emmerson, nominado a los Grammy. Su grupo de música tradicional inglesa ha sido el encargado de diseñar a la carta las sintonías que invitan al relax más absoluto del cliente. Dependiendo del masaje, los acordes folk se combinan con los de la naturaleza.
Por supuesto, todos los productos que utilizan se pueden comprar en sus tiendas. Con una pastilla de masaje de manteca de karité, la masajista prepara el cuerpo (y el sobrante te lo entregan cuando finaliza el ritual para que te lo lleves a casa).Productos que se elaboran a mano con ingredientes frescos.Durante mi última estancia en una de sus tiendas me recordaron que han dejado de usar el aceite de palma (que se utiliza muchísimo para crear jabones y cosméticos).
Para ello Lush investigó durante tres años la fórmula necesaria para poder hacer jabones sin este ingrediente. La nueva base obtenida, con colza y aceite de coco, está disponible para cualquier fabricante que desee utilizarla. De esta manera, la británica quiere poner su granito de arena para evitar la tala de las selvas tropicales que expulsa a las poblaciones indígenas de sus asentamientos y lleva a los orangutanes al borde de la extinción.
Con el de Madrid son trece los spas que tiene Lush en todo el mundo. El primero se abrió en el año 2009 en Kingston, Londres, pero en la actualidad países como Japón, Francia, Corea y Estados Unidos conocen también la capacidad que tiene esta marca para sorprender con cada uno de sus rituales que nos transportan a la campiña inglesa. Aunque no nos movamos de la Gran Vía de Madrid.