Uñas y pelo, Lienzo Natural en Harlem
Si hay lugares en nuestro cuerpo en los que podamos ser creativos con opción de arrepentimiento estos son las uñas y el pelo
Su carácter temporal permite decorarlos como dicte la moda o nuestro criterio de belleza y, por eso motivo, el museo de Harlemdedica estos días una exposición a estos lienzos vivientes. Es común ver exposiciones de arte que exploren la historia a través de la moda, pero no es tan frecuente que un comisario se atreva a acercarse a un proyecto semejante tomando como referencias la manicura y la peluquería. Sin embargo, si nos paramos a reflexionar nada complementa mejor una tendencia que, por ejemplo, los cortes de pelo.
La exposición “Salon Style”, que estos días acoge el Museo de Harlem, ha puesto su mirada en los artistas que han usado el cabello o las uñas para explorar temas tan complejos como la identidad, la igualdad de género, la política o el consumismo. Las piezas que se exhiben tratan de encontrar ese lugar común en el que la belleza artística se encuentra con las tendencias que emanan de un salón de belleza.
La pieza más simbólica es la recreación de Pamela Council -a partir de 2.000 unas acrílicas-, de un modelo a escala de una pista de atletismo de 200m., como oda a la herejía de Florence Griffith-Joyner, la atleta que se negó a quitarse sus uñas para competir en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1998. Griffith-Joyner es, a día de hoy, la mujer más rápida del mundo y, sin embargo, más que por los dos records mundiales que ostenta y que –insisto- todavía hoy están por batir, un gran número de personas la recuerda por las larguísimas uñas multicolor que lució en la competición y durante toda su carrera.
En esta exposición, la políticamente correcta trenza de Rapunzel -hecha esta vez a partir de restos de neumáticos reciclados-, se convierte en las manos de Chakaia Booker en la insignia que refleja la presión bajo la que viven las mujeres afroamericanas, a las que siempre se las impone llevar recogidos, alisados o trenzas en vez de otros peinados más naturales y acordes con la naturaleza de su pelo.
El Museo de Harlem consigue con esta reagrupación de elementos de su colección permanente, atestiguar que pelos y peinados, uñas y lacados son además de elementos decorativos, mapas conceptuales de las historias de nuestro tiempo.