¿Dónde vivirá ahora la familia real? Las mudanzas tras la llegada de Carlos III a Buckingham
Carlos III quiere recuperar el peso institucional del Palacio de Buckingham y cede a su hijo la responsabilidad de gestionar Windsor.
En el plano institucional, el fallecimiento de Isabel II no ha pillado por sorpresa ni al príncipe Carlos ni a su hijo William. Los dos ya habían dado pasos, refrendados por Isabel II, para ponerse al frente de la institución en cuanto ella no estuviera. Pasos como el lugar donde se ubicará su residencia oficial y desde donde trabajarán con el equipo más cercano de colaboradores. De hecho, la fallecida Reina aprovechó la pandemia para salir definitivamente de Buckingham. Un palacio que siempre consideró demasiado grande, impersonal y frío para su familia.
Isabel II ubicó en su querido Castillo de Windsor su residencia oficial desde el primer trimestre de 2020 y sólo la abandonó para desplazarse a sus retiros vacacionales. Sandringham en Navidades y Balmoral en verano. Veremos si su hijo Carlos mantiene una tradición bastante arraigada en su familia. En lo que sí parece que le va a llevar la contraria a su madre es en su residencia oficial.
Carlos III quiere recuperar el Palacio de Buckingham como símbolo de la monarquía
Porque como ya adelantamos en febrero de este mismo año, el heredero y su esposa Camilla tienen pensado mudarse al Palacio de Buckingham para dirigir desde allí la Corona. Un cambio de residencia que vendría a reforzar el simbolismo y el cuidado de la institución con la que el príncipe Carlos quiere comenzar su reinado.
Durante los últimos años se ha especulado con que Buckingham debería quedarse como un palacio con fines meramente turísticos como sucede con otras residencias reales europeas. Pero Carlos III parece convencido de que es el símbolo visible de la monarquía en la capital de la nación y, por lo tanto, debe ser su hogar. El Palacio de Buckingham es uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. En épocas sin pandemia ha sido capaz de gestionar la visita de más de 15 millones de turistas al año.
Buckingham está sufriendo una profunda reforma
La Reina Victoria convirtió Buckingham en residencia oficial en 1837. En su interior se encuentran 775 habitaciones y estancias que están siendo reformadas desde hace varios años. Para su profunda renovación se ha destinado del presupuesto público 369 millones de libras. Sus instalaciones no se han actualizado desde la década de 1950. Algunas de sus dependencias quedaron seriamente dañadas durante la Segunda Guerra Mundial. Un laborioso trabajo que es espera que esté terminado en 2027. La intención del príncipe Carlos es residir en él durante la mayoría del tiempo, en las mismas zonas donde vivía su madre. Estancias que están un piso por encima de la actual tienda oficial del palacio.
Carlos y Camilla han residido en Clarence House, la que fuera residencia londinense de la Reina Madre. Anteriormente, Isabel II y el Duque de Edimburgo también vivieron allí durante los primeros años de su matrimonio. En cuanto la abandonen es probable que se convierta en un centro de trabajo o de entretenimiento, con miras a que alguno de los hijos de los Duques de Cambridge viva allí en el futuro.
William y Kate Middleton seguirán en Windsor
Como Windsor se iba a quedar sin moradores y para no abandonar toda la estructura organizativa allí instalada, los Duques de Cambridge apresuraron su salida desde el Palacio de Kensington. Allí vivían con su familia, en el apartamento 1A, desde 2017. Pero con la llegada del verano decidieron adelantar su marcha a las cercanías del castillo, en Adelaide Cotagge. Una casa con cuatro dormitorios y sin casi espacio para el personal. Una vivienda modesta, nada llamativa y en la que los duques de Cambridge habrían insistido instalarse.
La casa se construyó en 1831 como retiro campestre para la reina Adelaida de Sajonia-Meiningen, esposa del rey Guillermo IV. En 2015 sufrió una profunda transformación. Está a pocos minutos andando del Castillo de Windsor y de Frogmore Cottage, la efímera residencia de su hermano Harry y Meghan Markle. Y a quince minutos del nuevo colegio de los hijos de la pareja, Lambrook School.