El príncipe de Gales fue este fin de semana el gran protagonista de los Premios Bafta en Londres. Y no porque su papel fuera distinto al de otras ocasiones, sino porque acudió a la gala sin su mujer, quien normalmente acapara todos los flashes y las miradas. Kate Middleton fue la gran ausente de la velada por estar recuperándose de su cirugía abdominal; y no fueron pocos los que repararon en el príncipe William y su estilo, que a continuación analizamos con detalle.
Para empezar diremos que sus 1,91 metros de altura convierten al heredero a la corona británica en un hombre imponente. Además, su complexión atlética hace que prácticamente todo le quede bien. Esto le daría la oportunidad de cambiar mucho de look, y sin embargo es fiel a un estilo clásico e impecable “que representa claramente lo que quiere transmitir la institución”, nos cuenta la coach de imagen, Karin Pera.
Se refiere a lo tradicional, lo seguro, en lo que el pueblo confía y conoce. Algo que él materializa con prendas azules, marrones y verdes botella, sobre todo, que hablan de todo esto y que además, por ser rubio y tener los ojos claros, le favorecen. Sus elecciones tienen siempre un por qué y están perfectamente escogidas.
“No hay ninguna prenda que lleve que no sea correcta. Nunca luce desaliñado o con un estilo street tan de moda ahora”, explica la experta. “Su armario es en realidad un fondo de armario lleno de piezas atemporales y poco atrevidas. Eso sí, un fondo de armario tan grande como el que corresponde a una persona de su condición”, sentencia.
Por ejemplo, para sus actos más formales elige trajes a medida, generalmente de la marca Thom Sweeney. Es un sastre icónico de Savile Row (muy cerca de Picadilly Circus) que, con más de 20 años de experiencia, confecciona para él pantalones de corte recto y chaquetas clásicas pero actuales. Con solapas estrechas y botonadura central, las elige normalmente de tonos oscuros como el negro o el azul marino.
Quizás sea para sus compromisos oficiales más especiales, normalmente de corte cultural, donde el príncipe William haga gala de un estilo más particular eligiendo americanas de terciopelo. Que sepamos tiene al menos tres muy similares de color negro, azul marino y verde oscuro.
Se las hemos visto en la última gala de los premios Bafta, en noviembre de 2023 en un acto en la Royal Variety de Londres; o en los Earthshot Prize de 2021. Las ha combinado tanto con pantalones “normales” como con otros más especiales con franjas laterales.
Y para los chaqués y los trajes militares (como el de su boda) confía en Gieves & Hawkes, uno de los sastres más respetados de Savile Row. Es una de las pocas empresas que ha tenido tres autorizaciones reales: la de la reina Isabel II, la de su marido el duque de Edimburgo y la de Carlos III.
En la misma línea, es muy posible que una de sus firmas favoritas para la confección de abrigos sea Henry Poole, que ha confeccionado ropa para la Familia Real británica desde 1865. En este caso, suele vestir abrigos tres cuartos, de lana, solapas finas y colores oscuros. Para sus citas informales, al igual que el resto de su familia, es fiel a los chaquetones tipo Barbour o los anoraks más actuales.
En cuanto a su ropa “informal” o todo lo informal que puede ser la ropa de un heredero al trono, el príncipe William sigue un estilo casual pero clásico. Ideal para no salirse del tiesto en ninguna ocasión. Es decir, para ir siempre bien pero sin dar la nota.
En estos casos sigue confiando, por lo general, en los tonos oscuros como el azul marino o el negro, que utiliza en pantalones, americanas y jerseys de cashmere, muchos de ellos de marcas como Polo Ralph Lauren o -según la prensa internacional- la italiana Luca Faloni.
Con el tiempo ha cambiado los jerseys de cuello en pico por los de cuello a la caja y solo luce pantalones vaqueros en las citas más deportivas o desenfadadas. Para el resto confía en pantalones tipo chinos de colores siempre oscuros.
No obstante, William se salta sus propias reglas de vez en cuando. En su vestidor también hay americanas de tonos que se salen del negro y el azul marino y que combina, eso sí, casi de forma exclusiva con camisas blancas o azul claro.
Es extraño pero en alguna ocasión ha apostado por americanas de lino de tonos como el amarillo, el azul claro o el verde; y anecdóticamente también luce alguna con estampados discretos, como el príncipe de Gales, en este caso en colores grises o marrones claros.
Como cualquier persona acostumbrada a acudir y presidir eventos formales, tiene una amplia colección de pajaritas (casi siempre negras) y corbatas que luce con asiduidad. Sus colores favoritos son los azules pero no es raro que lleve otros tonos.
Y para el calzado, pocas sorpresas. Le gustan los zapatos tipo Oxford con cordones o hebilla; tanto de piel como de ante para las citas más distendidas. Para las salidas al campo cuenta con botas de agua Hunter; así como zapatillas Asics o botas tipo Timberland.
Y en cuanto a complementos hay uno al que es fiel desde hace décadas. Se trata de un reloj que lleva en la mano izquierda (llamativo este hecho porque es zurdo) y que fue un regalo de su madre, la princesa Diana.
Es el Omega Seamaster, un modelo todoterreno que combina con looks de fiesta y sport, que también utilizaba James Bond. Es un reloj icónico muy ligado a la tradición británica, cuyos primeros modelos se lanzaron en 1948 para la British Royal Navy.
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