La educación que recibieron durante la infancia los príncipes William y Harry podría estar en el origen del distanciamiento que les afecta en la actualidad. En especial, el diferente tratamiento que recibieron ambos por parte de su madre, la princesa Diana. Algo de lo que habla en su último libro el periodista Robert Jobson y que está siendo adelantado por The Mail on Sunday. La esposa del príncipe Carlos habría favorecido que Harry tuviera mayor libertad mientras William creció con el rigor de ser el heredero.
Cuenta Jobson que la actitud de sirvientes y familiares, más condescendiente hacia William, pronto comenzó a hacer mella en Harry, que reclamaba atención siendo un niño más travieso y díscolo. Relata incluso un enfrentamiento entre ambos, sucedido cuando el heredero tenía 8 años y su hermano 6.
Una riña infantil dentro del coche oficial en la que estaban presentes la princesa Diana y el guardaespaldas Ken Wharfe y que se saldó con Harry ganando la disputa y diciéndole a su hermano que podía hacer lo que quisiera porque no iba a ser rey y eso le daba mayor libertad. “Harry parecía deleitarse con la libertad que sabía que William nunca tendría. Era mucho más travieso y, a veces, estaba totalmente fuera de control“, asegura Robert Jobson.
Unas diferencias de comportamiento que al parecer no eran mal vistas por la princesa Diana, que “parecía pensar que gran parte del comportamiento de Harry era gracioso”. Jobson relata que su madre a veces recibía con gracia y sorna las quejas sobre el comportamiento privado de su hijo pequeño. Siempre le restaba importancia y en parte era debido a que le recordaba a ella cuando era pequeña. Niñeras y personal de servicio habrían sufrido en sus carnes las bromas e incluso humillaciones a las que Harry se fue acostumbrando con el paso de los años. Chistes, frases y comportamientos fuera de lugar que marcaron su personalidad frente a la más tranquila y formal de William.
Robert Jobson cuenta que ese comportamiento de Harry le llevó a poner en peligro su vida en varias ocasiones, al llevar al límite sus bromas. Algo que hacía especialmente cuando William estaba presente y sus padres no. El periodista y escritor relata que llevarles en coche a cualquier actividad era un ejercicio de supervivencia para guardaespaldas y niñeras.
Agotaba su paciencia y en alguna ocasión intentaron imponer la cordura usando la fuerza contra él. En algunos momentos, el joven Harry también atacó al personal de servicio usando la violencia. Según cuenta Jobson era habitual que diera patadas o puñetazos. “Suerte, vas a necesitarla”, era la frase más habitual en palacio cuando había un cambio en el personal que cuidaba a Harry.
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