Las mansiones donde viven Carlos III y sus hermanos
El monarca es el único de los cuatro hermanos que vive en Londres, el resto lo hace en casas de campo rodeadas de terreno.
Los cuatro hijos de Isabel II tienen una buena relación pero no viven precisamente unos cerca de otros. Salvo el rey, Carlos III, que vive en el centro de Londres, el resto de sus hermanos han elegido el campo para llevar vidas tranquilas y alejadas del foco mediático en la medida de lo posible. La princesa Ana en el condado de Gloucestershire, el príncipe Andrés en los terrenos del Castillo de Windsor y el príncipe Eduardo en el pueblo de Bagshot. Los tres viven rodeados de jardines y cientos de hectáreas de terreno en casas nada modestas. Repasamos las mansiones de Carlos III y sus hermanos.
Clarence House, el hogar de Carlos III
Carlos III podría haber establecido su residencia oficial tras su coronación en Windsor -como hiciera su madre- o en Buckingham, auténtico emblema de la Corona Británica. Sin embargo ha decidido seguir viviendo en Clarence House, la «discreta» mansión del centro de Londres que lleva siendo su hogar desde 2003. O al menos, así será hasta que finalicen las obras de remodelación de Buckingham en 2027.
El edificio blanco de tres plantas se ubica en The Mall, la arteria que comunica el palacio de Buckingham con Trafalgar Square. El rey se siente cómodo allí y ha explicado en múltiples ocasiones que no le agrada tener que abandonarla.
En cuanto al nombre fue construida a principios del siglo XIX por John Nash por encargo del duque de Clarence, que en 1830 se convirtió en el rey Guillermo IV. Su interior es un auténtico museo por la cantidad de piezas antiguas y obras de arte que recoge.
Gatcombe Park, la casa de campo de la princesa Ana
Gatcombe Park es una casa de campo situada en el condado de Gloucestershire, a una hora y media al sur de Londres y a solo 15 minutos en coche de Highgrove, la casa de campo favorita de Carlos III. La reina Isabel II la compró en 1976 y se la regaló a la princesa Ana con motivo de su boda con Mark Phillips. Sin embargo, tras su divorcio, la propiedad fue dividida en dos, quedándose ella en la casa principal y Phillips a siete minutos en coche, en los terrenos de Aston Farm.
Como el resto de las propiedades de la Familia Real Británica, esta -con 9 habitaciones- también tiene varias «casitas» dentro de la finca. Una de ellas la ocupan Peter Phillips, su ex-mujer Autumn y sus dos hijas, (Savannah e Isla Elizabeth).
En la otra viven Zara Tindall con su marido Mike y sus tres hijos (Mia Grace, Lena Elizabeth y Lucas Philip). En los últimos 50 años la princesa Ana ha hecho de la propiedad una explotación agraria donde también celebra varios concursos hípicos, su gran pasión y la de su hija Zara.
Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones de Andrés
El príncipe Andrés, tercer hijo de Isabel II, ocupa desde 2004 la mansión llamada Royal Lodge. El edificio se encuentra dento de los terrenos del castillo de Windsor y fue la residencia oficial de la reina madre hasta su fallecimiento en 2002.
La casa de 30 habitaciones es propiedad de la Corona Británica, con quien el príncipe Andrés tiene un contrato de arrendamiento por 75 años. Sin embargo, debido a sus problemas económicos derivados de su vinculación con el caso Epstein y la retirada de sus títulos, Carlos III le sugirió abandonarla en favor de habitar otra propiedad menos costosa. Algo a lo que Andrés se opuso.
De hecho sigue viviendo allí junto a su ex-esposa, Sarah Ferguson, con quien siempre ha tenido una excelente relación.
Bagshot Park, el palacio del príncipe Eduardo
El hijo pequeño de Isabel II habita junto a su mujer y sus dos hijas una casa espectacular. Se trata de Bagshot Park, ubicada en el pueblo del mismo nombre a una hora hacia el oeste desde Londres y a unos 20 minutos en coche al sur del castillo de Windsor.
La residencia está valorada en unos 30 millones de libras esterlinas, tiene la friolera de 120 habitaciones y más de 20 hectáreas de terreno alrededor. Estas incluyen un lago privado y varios establos, pasión de muchos miembros de fa familia. El príncipe Eduardo, actual duque de Edimburgo, se fue a vivir allí en 1999, poco después de casarse con su esposa Sophie, la condesa de Wessex.
El edificio fue reconstruido por última vez en 1879 y responde a un contrato de arrendamiento con la Corona por los próximos 150 años, tal y como publicó The Telegraph en un informe.