Hace más de cuarenta años que Carlos III y Lady Di se dieron el “sí quiero” en la Abadía de Westminster. Muchas cosas han pasado desde entonces entre la pareja: dos hijos, un divorcio, una trágica muerte y, ahora, una coronación. Sin embargo, hay algo que ha permanecido intacto a pesar del paso de los años, su tarta de boda.
Y es que la casa de subastas Dore and Ree sacará a la venta un trozo del pastel de frutas que dieron los entonces príncipes de Gales en su boda. Un pedazo de tarta que ha estado guardado durante 40 años y al que le acompaña una carta firmada por Carlos III.
Nigel Ricketts es el hombre que ha guardado desde 1981 un trozo de la tarta de boda de Carlos III y Lady Di. Fue trabajador de la corona, en concreto pulidor y restaurador de los muebles del castillo de Windsor entre los años 1980 y 1985, motivo por el cual fue invitado a la boda.
Su reciente fallecimiento ha hecho que sus herederos hayan encontrado entre sus cosas el trozo de tarta en cuestión. Un pedazo de la parte inferior que ha estado guardado en la caja original.
“Un amigo del difunto Sr. Ricketts colocó estos objetos en una mesa para que los viéramos. El pastel estaba en su caja original, que estaba sellada”, cuenta Guy Taylor, jefe de ventas de interiores de Dore and Ree, al Daily Mail. “Probablemente ahora no te den ganas de comerlo, pero seguramente lo conservó la cantidad de alcohol que contiene y sigue pareciendo un trozo de tarta de boda, mantiene su forma y aspecto”.
Además de la tarta, Nigel Ricketts guardaba un detalle muy especial que demuestra que se trata de un trozo del pastel original, una carta firmada por el propio Carlos III. Hablamos de una nota en la que el entonces príncipe de Gales daba las gracias al personal por una mesa que le habían regalado con motivo de su enlace.
“Diana y yo estamos más emocionados de lo que podemos expresar por el hecho de que os hayáis tomado tantas molestias para encontrar algo tan eminentemente útil. Puedo aseguraros que lo guardaremos como un tesoro en cualquier casa en la que acabe”.
Esta carta será subastada junto con el trozo de tarta en los próximos meses, un lote que superaría los 400 euros de partida. Y es que solo el pastel estaría valorado en 345 euros, mientras que la carta rondaría los 170. Sin embargo, podría acabar vendiéndose por más de 1.000 euros.
Y es que ya en otras ocasiones han salido a subasta trozos de la tarta nupcial de los príncipes de Gales. En 2014 se vendió uno por 1.375 euros y hace un año se pagaron 2.500 euros por otro que tenía como adorno una herradura.
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