Las cenas de Estado como la que celebró ayer el rey Carlos III en Buckingham están cargadas de simbolismo. Todo está decorado a conciencia y nada es casualidad. Lo mismo pasa con los looks de las invitadas que, aunque en cada cena suelen cambiar, hay detalles que son siempre los mismos y que con la muerte de Isabel II no han cambiado.
Hablamos de las insignias y bandas que Kate Middleton, Camilla Parker Bowles o Sophie de Wessex lucieron ayer sobre sus elegantes vestidos. Lazos y broches con un significado muy especial, y que rendían homenaje a la difunta reina.
Sobre el inmaculado vestido blanco de Kate Middleton destacaba una banda azul klein con rayas blancas y rojas en los laterales que llevaba sobre su hombro derecho. Se trata de la banda de la Real Orden Victoriana que la ahora princesa de Gales recibió de manos de Isabel II en el año 2017. La misma que tiene Sofía de Wessex y que le vimos lucir ayer.
Además de ellas también la tienen la princesa Ana, el príncipe Andrés, Eduardo de Wessex y la reina consorte, Camilla Parker Bowles. Ésta, a diferencia de Kate y Sofía, no la lució ayer. El motivo es que estrenó la banda de la Orden de la Jarretera que obtuvo en enero de este año y que es de mayor categoría.
Es una banda de color azul, casi del mismo tono que el vestido que eligió para la cena, y que llevó sobre el hombro izquierdo. También pertenece a la Orden su marido, Carlos III, quien lució la banda bajo su chaqué.
Además de las bandas, Kate Middleton, Sofía de Wessex y Camilla Parker Bowles, lucieron la insignia de la Orden de la Familia Real. Esta orden, otorgada por Isabel II, está formada por una imagen de ella misma cuando era joven, rodeada de diamantes y con la corona Tudor de diamantes y esmaltes en rojo. Un medallón que reposa sobre un lazo amarillo pálido y que las invitadas reales llevaron en su hombro izquierdo.
El color amarillo representa a la reina y se modifica en función del monarca que esté reinando. Lo mismo pasa con la fotografía. Para la cena de ayer se mantuvo la imagen de Isabel II que el fotógrafo Dorothy Wilding le realizó meses después de que ascendiera al trono en 1952. Una fotografía en la que aparece con un elegante vestido azul y la diadema de diamantes de Jorge IV, una de las joyas que más llevó durante su reinado. Se espera que para futuros compromisos esta imagen cambie por una de Carlos III al igual que con el color del lazo.
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