Camilla no usará la corona con el controvertido diamante Koh-i-Noor
La reina Consorte no portará finalmente en la coronación de Carlos III la corona con el diamante reclamado por la India y Pakistán.
El Palacio de Buckingham sigue perfilando los detalles de la coronación de Carlos III el 6 de mayo de 2023. Entre ellos, las joyas de la corona que portarán los protagonistas. Un proceso repleto de simbolismo en el que se ha instalado la polémica al filtrarse que la reina consorte Camilla podría utilizar la corona que marcó el reinado de Isabel II. Un gesto cariñoso y de respeto hacia su madre que gozaría con el beneplácito del Rey, pero que se ha topado con una vieja reclamación colonial.
La corona es una pieza orfebrería única. Fue realizada en plata, oro, diamantes y perlas para Jorge IV en 1820. Pero desde entonces sólo la han usado las mujeres de la familia real. Con un incalculable valor, la pieza incluye casi tres mil diamantes y posee en la cruz frontal el famoso diamante Koh-i-Noor de 105 quilates, uno de los diamantes tallados más grandes del mundo.
La corona que portará Camilla sigue siendo un misterio
Sobre esta piedra existe una reclamación histórica de la India, país de procedencia de la joya que le fue entregada a la reina Victoria por el último emperador sij de la antigua colonia británica. En ese momento, el mandatario tenía 10 años. El Gobierno de la India ha emitido esta misma semana una queja por el posible uso de la corona en dicha ceremonia. Pakistán también ha reclamado la pertenencia del diamante Koh-i-Noor, que mientras tanto permanece en la corona exhibida en la Torre de Londres.
Cuentan que incluso se ha barajado retirarlo de la corona y sustituirlo por otra joya. Desde el Palacio de Buckingham optan ahora por la prudencia y prefieren una solución que no genere costes económicos ni polémicas. De este modo, Camilla portaría el día de la coronación de Carlos III la diadema de su difunta suegra, usada exclusivamente por las reinas británicas y que se creó para Jorge IV.
Pero tampoco se descarta que los funcionarios de palacio presenten otras opciones menos conocidas pero igualmente valiosas. Como la corona que usó la reina Adelaida en 1831. O una diadema de diamantes de la misma época que nuca ha sido utilizada en una coronación.