El Museo Thyssen-Bornemisza blinda a los Reyes
Don Felipe y doña Letizia inauguran la exposición 'Obras maestras de Budapest' el día en que su cuñado es condenado por el caso Nóos.
Hoy viernes, será, sin duda alguna, uno de esos días que el rey Felipe VI no olvidará. Después de muchos meses de juicio, llegaba el día en el que la justicia se pronunciaba sobre el futuro legal de su hermana, la infanta Cristina de Borbón y su cuñado, el ex duque de Lugo, Iñaki Urdangarín. Y precisamente a la hora prevista para que se emitiera el esperado veredicto, SSMM los Reyes acudían al Museo Thyssen- Bornemisza para inaugurar, junto al presidente de Hungría, Janos Ader, y su esposa, Anita Herczegh, la exposición ‘Obras maestras de Budapest’.
A diferencia a de otros actos, sólo se permitió el acceso al museo de fotógrafos y cámaras. Los redactores, tuvieron que hacer sus crónicas fuera de las instalaciones.Los Reyes llegaron puntuales a su cita. A su llegada al museo, Don Felipe y Doña Letizia fueron recibidos por la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor; la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; la defensora del Pueblo, Soledad Becerril; el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo; la vicepresidenta del museo,Carmen Cervera; el embajador de Andorra en España, Jaume Gaytán; el embajador de Rusia en España, Yuri Korchagin; la embajadora de México en España, Roberta Lajous; la embajadora de la República Checa en España, Katerina Lukesova; el embajador de Alemania en España, Peter Tempel; el embajador de Portugal en España, Francisco Ribeiro de Menezes; el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours; el embajador de Suecia en España, Lars-Hjalmar Wide; el ministro consejero de la Embajada de Polonia en España, Piotr Dolata; el director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza y comisario de la exposición, Guillermo Solana; el director gerente del Museo Thyssen-Bornemisza, Evelio Acevedo, y el director general del Museo de Bellas Artes de Budapest, Lászlo Baán, entre otras personalidades.
El protocolo estaba perfectamente estudiado y, aunque en este caso la Casa Real ejercía de anfitriona del mandatario húngaro, no pasó desapercibido que la baronesa Thyssen, que posó para las fotografías oficiales, se mantuviera en un segundo plano durante toda la visita. Y es que, a pesar de ser la vicepresidenta del museo, en este caso, el protocolo daba preferencia al presidente Húngaro.
Así pues, en el recorrido a la exposición fue el presidente de Hungría el encargado de explicar a los Reyes algunas de las obras expuestas, apoyado por el director del museo, Guillermo Solana, y la conservadora de pintura antigua del mismo, Mar Borobia, quienes se han esforzado mucho para que esta exposición pudiera llevarse a cabo junto al director del Museo de Budapest.Según cuentan testigos presenciales a The Luxonomist, los reyes, que firmaron el libro de honor y descubrieron una placa por el 25 Aniversario del Museo, se mostraron muy relajados en todo momento.
Anécdotas reales
A pesar de lo regio del protocolo, no faltaron las anécdotas protagonizadas por los reyes durante el acto. Después de una rápida visita, la reina Letiziase detuvo a observar con detalle la tienda de merchandising del museo y le comentó a Ana Cela, directora de la tienda, que le encantaban todos los souvenirs. Por su parte, el rey Felipe le recordó al presidente que uno de sus primeros viajes después de contraer matrimonio, había sido a Budapest y que tenía un recuerdo muy romántico de esa ciudad.
Inmediatamente después se hizo una cata de vinos húngaros para un grupo muy reducido y perfectamente escogido por la Casa Real en el que participaronlos reyes; el presidente de Hungría y su mujer; la Baronesa Thyssen; el secretario de Cultura; los miembros del Patronato; algunosmiembros del Ministerio de Cultura; la presidenta del Congreso, Ana pastor; la Defensora del Pueblo; así como Borja Thyssen y Blanca Cuesta, que fueron admitidos a última hora a petición de Carmen Cervera, ya que en un principio estaban en el hall principal con el resto de los 150 invitados. finalmente pudieron entrar a la zona acotada por el museo para unas 20 personas, tal vez, para blindar al rey Felipe VI de cualquier comentario sobre la sentencia del caso Nóos.
Antes de finalizar la visita los reyes se hicieron una foto con todo el personal del museo y se marcharon al Palacio de la Zarzuela donde también se desconvocó a la prensa habitual, quedando la distribución de imágenes del acto a cargo de la Casa Real. Esta tarde está previsto que el presidente de Hungría vuelva al Museo Thyssen- Bornemisza junto a su mujer, para poder ver la exposición permanente del mismo.