La reina doña Sofía ha mostrado un año más su lado más solidario visitando el rastrillo solidario Nuevo Futuro del que es presidenta de honor su cuñada, la infanta doña Pilar. La monarca llegaba al espacio ayer sobre las 12.30 horas escoltada por un discreto equipo de seguridad y aclamada por el público allí congregado, que no dejó de dedicarle aplausos y muestras de cariño durante todo el recorrido.
«Viva la Reina Sofía», coreaba el gentío mientras ella paseaba por cada uno de los puestos, interesándose por los artículos expuestos para la venta. Ataviada con un conjunto de chaqueta y pantalón en colores grises y violetas, la madre del rey don Felipe VI compró varios recuerdos para sus nietos, unas pashminas de lana, unos abanicos y como no podía ser de otra manera, adquirió varios huevos Fabergé, su debilidad.
La reina, que no es de llevar grandes joyas en su vida diaria, sí que es admiradora de estos originales huevos de origen ruso, los cuales colecciona desde hace años. Comprados o regalados por sus más íntimos, le gusta enlazarlos en un llamativo collar que luce sobre todo en Semana Santa. El motivo es que la pieza está relacionada con la tradición ortodoxa para la que la Pascua es una sus celebraciones más importantes.
Así, después de recorrer durante casi dos horas, siempre con una sonrisa, casi todos los stands del mercadillo Nuevo Futuro, Doña Sofía quiso hacer una alto para reponer fuerzas. Escogió para ello el puesto ‘El Capricho’ en el que colabora su sobrina Simoneta Gómez-Acebo, donde picó algunas delicias gourmet junto a la infanta doña Pilar, con quien estuvo especialmente cariñosa, y la presidenta de Nuevo Futuro, Pina Sánchez.
El Rastrillo Nuevo Futuro es uno de los eventos solidarios más esperados de todos los años que cada mes de noviembre recibe la visita de unas 20.000 personas de todo el mundo. Cuenta con la colaboración de 1.200 voluntarios y está compuesto por más de 80 puestos renovados y dedicados a la restauración, las antigüedades, la decoración, la moda o la cultura, entre otros.
Su recaudación va destinada íntegramente a los niños y jóvenes que la Asociación acoge y atiende en sus hogares y su celebración se remonta a los mismos orígenes de la misma, hace 50 años. Además de los puestos de venta, el Rastrillo cuenta además con música en directo, actuaciones de flamenco y una amplia oferta gastronómica.
La reina Sofía disfrutó del evento y salió de él por la puerta grande, llena del calor de los ciudadanos, que la adoran. Además, tuvo a bien desear una feliz Navidad a todos los lectores de The Luxonomist, deseo que le devolvemos desde aquí con todo nuestro cariño para ella y para toda su familia.
*Foto principal. Gtres.
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