Conmoción y tristeza ha causado la repentina muerte a los 46 años de la ex-jequesa qatarí Kasia Gallanio. Su cuerpo sin vida fue localizado en Marbella el pasado domingo sin signos de violencia y todavía no se conocen los motivos del fallecimiento. Algunos medios parisinos han barajado la posibilidad de que la muerte haya podido suceder por una sobredosis de drogas, aunque habrá que esperar a los resultados de la autopsia para confirmarlo.
La noticia ha tenido una gran repercusión en todo el mundo, especialmente en los franceses, ya que Kasia Gallanio vivió en París tras su separación y es allí donde mantenía un contencioso con su ex-marido desde hace diez años por la custodia de sus tres hijas.
No obstante, la ex-jequesa huyó de París con sus dos hijas gemelas de 17 años, Noûr y Louna, para refugiarse en Marbella. Lo hizo tras separarse de Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani al que acusó de agresión sexual incestuosa a una de sus ellas; algo que el príncipe siempre ha negado.
Kasia Gallanio vivía rodeada de lujo en la ciudad malagueña; y tanto sus ropas como las maravillosas joyas que lucía contrastaban con su mirada triste. Era una habitual de la gala contra el cáncer que cada año se lleva a cabo en la localidad, con la que por cierto siempre fue muy generosa, participando activamente en las subastas para recaudar fondos. También era amante de la música y frecuentemente se dejaba ver alguna noche en alguno de los conciertos del festival Starlite.
«Estoy haciendo todo lo que puedo para proteger, amar, criar, alimentar y educar a las niñas lo mejor que puedo. No soy perfecta pero lo hago lo mejor que puedo. Los niños nunca deben ser usados como víctimas o peones cuando los padres no pueden llevarse bien», escribía en sus redes sociales.
«El padre de mis hijas –proseguía-, el príncipe Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, no ha pagado ni un centavo por la manutención de las niñas durante más de un año para ayudarme a mantener y criar a nuestras hijas. Esto es indignante, injusto y una vergüenza. No importa en qué nivel financiero o estatus estés. Es realmente inmoral porque de nuevo los niños son las víctimas. Sin embargo, es más humillante cuando eres un príncipe multimillonario de Qatar«.
De origen polaco, Kasia Gallanio fue la tercera esposa del príncipe qatarí. Creció en Los Ángeles y en 2004 conoció al padre de sus hijas en París. El jeque vivía en la ciudad de la luz desde su exilio en 1992. Según la revista ‘Gala’, la aristócrata padecía depresión por la guerra que mantenía con su ex-esposo.
Esta historia de princesa exiliada y con la mirada triste nos recuerda a la de la princesa iraní Soraya Esfandiary, quien también pasó los últimos años de su vida en la capital del sol y siempre con la mirada triste. Todo a pesar de haber sido una de las mujeres más hermosas y no tener problemas económicos. Y es que el dinero y el poder no dan (siempre) la felicidad.
El pasado mes de marzo, IQOS presentó su campaña 'IQOS Game Changers' que reconoce a… Leer más
No hace mucho tiempo, los medios internacionales se hicieron eco de que los duques de… Leer más
El mercado de la vivienda de lujo en España ha vivido una enorme expansión en… Leer más
La coronación de Carlos III fue, con permiso del funeral de Isabel II, el gran… Leer más
Tras la victoria electoral de Donald Trump, los mercados globales han reaccionado con movimientos significativos.… Leer más
Pocas imágenes de la historia del cine son tan recordadas como la de Olivia Newton-John… Leer más