El próximo 21 de abril la reina Isabel II cumplirá 95 años. Una fecha marcada en rojo en el calendario de los británicos, que este año no contará con grandes celebraciones por deseo expreso de la misma. Isabel II quiere pasar su 95 cumpleaños en al intimidad, refugiada en el castillo de Windsor junto a sus corgis, y siguiendo el luto por la muerte de su marido. Y es que el fallecimiento del duque de Edimburgo habría cambiado sus prioridades. Ahora la reina querría llevar una vida más tranquila y solitaria alejada del palacio de Buckingham.
Todo apunta a que el castillo de Windsor se convierta en la nueva residencia permanente de Isabel II. Allí la reina ha pasado los últimos meses de confinamiento junto a su marido y celebrado su 73 aniversario de boda. Unos valiosos momentos junto al duque de Edimburgo, del que parece no quiere separase. Según The Daily Mail, lo más probable es que la reina retome su agenda en las próximas semanas y se desplace cada día a la capital británica para cumplir sus obligaciones, pero que no pase noche en Buckingham.
Actualmente, la reina vive junto a unas 20 personas de servicio y sus corgis, sus grandes compañeros tras la muerte del duque. Según publica The Daily Mirror, en los últimos días ha pasado la mayor parte del tiempo sola con ellos, algo que habría preocupado mucho a la familia. Por ello, la princesa Ana ha establecido unos turnos de visita. En ellos participan, además de ella misma, Camila de Cornualles, Kate Middleton y Sofía de Wessex. Todas se irán turnando para ir a visitar a la reina y acompañarla a pasear sus perros.
Unas visitas que seguro se producirán el próximo 21 de abril para celebrar su 95 cumpleaños. Este año, la reina habría decidido no hacer una gran celebración y pasar esta fecha en la intimidad. Tal es así, que incluso habría pedido al gobierno británico cancelar los actos que normalmente se celebraban en su honor el día de su cumpleaños, como lanzar salvas de cañón desde la Torre de Londres. A esto también se sumaría la decisión de no publicar un nuevo retrato suyo, una tradición que Isabel II siempre ha cumplido el día de su cumpleaños desde que subió al trono en 1952.
Sin embargo, este año sí contaría con un invitado muy especial a su aniversario, el príncipe Harry. A pesar de que estaba previsto que el nieto de la reina regresara a Estados Unidos el lunes, éste ha decidido quedarse unos días más en Londres. Según algunos medios, para pasar esta fecha tan importante, y a la vez triste, junto a su abuela.
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