Isabel II cancela su agenda oficial por síntomas leves de coronavirus
Los servicios médicos del Palacio de Buckingham vigilan de cerca el estado de salud de Isabel II que sigue presentando síntomas leves derivados de su contagio por Covid-19.
Tareas livianas. Ese es el encargo que tiene Isabel II para las próximas jornadas después de presentar síntomas leves relacionados con el contagio por Covid-19 confirmado desde el pasado domingo. Desde el Palacio de Buckingham han confirmado este extremo, matizando que la Reina de Inglaterra «sigue experimentando síntomas leves parecidos a los de un resfriado». Durante el aislamiento se le ha permitido revisar algunos documentos oficiales en sus aposentos, dentro del Castillo de Windsor.
Unos papeles que, por tradición, se le presentan a Isabel II dentro de unas cajas rojas que ella analiza junto a su secretario personal y parte de su equipo más cercano. Para mañana, sigue programada una llamada telefónica con el presidente Boris Johnson. Al respecto de los compromisos oficiales fijados en su agenda para la semana que viene, todos han quedado bajo revisión y será la evolución de la enfermedad la que fije su cumplimiento o no.
Isabel II tiene tres actos públicos relevantes en marzo
Para el dos de marzo está pendiente su participación como anfitriona en la recepción prevista para ese día del cuerpo diplomático. Un solemne acto en el Palacio de Windsor con un centenar de invitados que ahora mismo está en aire. Para el día 14 también está prevista su asistencia la Abadía de Westminster para participar en el tradicional servicio de la Commonwealth. En ese mismo lugar, pero el 29 de marzo, está agendado el servicio religioso en memoria del Duque de Edimburgo, casi un año después del fallecimiento de su esposo.
El estado de salud de Isabel II, a sus 95 años, está siendo vigilado por el equipo médico habitual que dirige el doctor Huw Thomas. En los dos años que llevamos de pandemia, es la primera vez que un brote de coronavirus afecta a algún miembro de la familia real y al personal que vive con él dentro de Windsor. Un brote que parece que está controlado pero que desde hace un par de semanas trae en jaque a los médicos de palacio. Al principio de la pandemia, Isabel II y el Duque de Edimburgo se encerraron en el castillo junto a 22 empleados. Desde entonces, la Reina no ha recibido a nadie que previamente no haya dado negativo en una prueba. Algo que no ha evitado ahora su contagio.