Meghan Markle pierde a su segunda asistente desde que es duquesa
La secretaria privada de los duques de Sussex abandonará su puesto en primavera después de que lo hiciera hace un mes la asistente personal de Meghan.
Hace menos de un mes se despedía de palacio la asistente personal de Meghan Markle, Melissa Touabtu, a los seis meses de comenzar a trabajar con la duquesa, porque al parecer la relación entre ambas no era todo lo agradable que debiera ser y ahora, se anuncia una nueva marcha. Se trata de Samantha Cohen, australiana de 50 años apodada ‘La Pantera’ que ha estado ejerciendo de secretaria privada interna de los duques de Sussex, que anuncia su retirada para la primavera, tras el nacimiento del bebé que esperan.
Los rumores acerca de la relación de Meghan con el servicio no se han cebado en ella esta vez, porque se ha sabido que La Pantera, que lleva 17 años al servicio de Su Majestad, ya manifestó su deseo de abandonar el puesto el pasado verano, y aceptó prolongar sus servicios seis meses más para ayudar a la nueva duquesa en sus funciones. Al parecer, aunque ésta le pidió que se quedara con ella indefinidamente, Samantha ha decidido cancelar su relación profesional.
¿Un cambio duro para Meghan Markle?
Por supuesto no hay, ni presumiblemente habrá, un comunicado ni por parte de palacio ni de ella, justificando el cese de esta relación laboral. Por ello, de nuevo tendremos que seguir especulando acerca de si la incorporación a la vida palaciega de la ex actriz podría estar resultando de lo más complicado para ella.
En estos casos de cambio de posición social, y máxime en asuntos de tanto alto voltaje como es el de ingresar en una corte, suelen ponerse de manifiesto dos resoluciones, por defecto o por exceso. En la primera se hallaría quien pasando de todo, mantendría sus normas y costumbres habituales obviado su nueva posición. Por otra parte podría darse el caso de que la recién llegada, tratando de estar a la altura de un puesto para el que ha nacido, quisiera excederse en la aplicación de normas, exigiendo, desde su ignorancia, una serie de requisitos y protocolos fuera de todo hábito pero que ella necesitaría para ubicarse y asumir su posición.
Continúan los rumores
En el caso de Meghan se ignoran cuáles son sus determinaciones, pero los rumores se siguen filtrando sin saber nunca a qué atenernos. Ahora se cuenta que atendiendo a las lecciones de su madre, Doria Ragland, profesora de yoga, Meghan tiene por costumbre levantarse a las cinco de la madrugada para practicar yoga y que, una vez finalizados sus ejercicios, empieza a enviar notas y sugerencias a su equipo, una práctica que realiza varias veces a lo largo del día.
Es de suponer que estas indicaciones no le hacen gracia alguna a un equipo que lleva manejando las normas de la corte durante años y conoce los resortes del funcionamiento de palacio mucho mejor que la recién llegada, a quien deben recriminarle toda actitud por mejor voluntad que tenga. Y claro, no va a ser Meghan, ni nadie, quien vaya a cambiar las costumbres de una corte tan veterana como la de Isabel II. Daremos un ejemplo. Hace unos días apuntábamos que Meghan quiso comprar unos ambientadores y la reina no lo aceptó. La nueva duquesa los habría solicitado para que el día de su boda la capilla de San Jorge en Windsor no oliera a humedad, ese olorcillo de tan rancio abolengo con que suele acompañar la historia a sus monumentos más entrañables.
La otra cara de Meghan
Pero no todo es negativo para Meghan. Una de sus mejores amigas, Serena Williams, entrevistada en ‘People’ asegura que está impresionada por el altruismo de la duquesa, una virtud que según la tenista ha presidido su vida. Tanto, que en estos momentos se permite aconsejarle: “Deja de ser tan gentil. Estás embarazada y tienes una revolución de hormonas, ¿por qué sigues siendo así de amable?” Serena retrata una imagen de Meghan muy distinta a la que se refieren los miembros del personal Kensington Palace.