Delphine Boël llevaba desde 2013 intentando demostrar que el rey Alberto II de Bélgica, es su padre. Tras seis largos años de requerimientos para que el monarca se hiciera las pruebas de ADN, ayer por fin lo consiguió. Consiguió la confirmación por la que tanto había luchado. Tanto ella como sus abogados siempre han declarado que esta historia no tenía que ver ni con el dinero ni con el título de princesa. En cualquier caso… ¿quién es Delphine Boël?
Delphine Boël nació hace 51 años en Uccle, Bélgica. Es hija de la baronesa Sybille de Selys-Longchamps, que según reconoció en 2013 en el canal flamenco Vier, mantuvo una larga relación con el rey Alberto. El affair comenzó en 1966, cuando ella tenía 15 años, y solo dos años más tarde nacería Delphine.
Un nacimiento «fruto del amor» tal y como ella explicó al medio de comunicación y a su propia hija cuando le habló de la identidad de su padre biológico. No obstante, Delphine lleva el apellido de Jacques Boël, casado con su madre entre 1962 y 1978 y su padre ‘real’ durante todos estos años.
Aunque estudió en Suiza, se mudó a Londres a principios de los años 80 después de que su madre se casara en segundas nupcias con el viudo Michael-Anthony Rathmore Cayzer, uno de los barones Rotherwick de Tilney. Cursó Arte en el Chelsea School of Art and Design de la Universidad de Londres y ya de adulta, siempre afincada en la capital británica, comenzó a dedicarse por entero a su creación artística. Sus obras han sido expuestas en galerías y museos de todo el mundo y se caracterizan por sus mensajes positivos y tonos coloristas.
En cuanto a su vida personal, Delphine Boël está casada con James O´Hare y juntos son padres de dos niños, Joséphine y Oscar.
Tras el reconocimiento público por parte del rey Alberto II de Bélgica de que ella es su hija biológica, Delphine pasa de ser hija única a formar parte de una gran familia. De hecho, tiene tres hermanos por parte de padre: Felipe, Astrid y Lorenzo; y un total de doce sobrinos, cuatro de Felipe, cinco de Astrid y tres de Lorenzo. Incluso se ha convertido de un plumazo en tía abuela de dos niños, Ana Astrid de tres años y Maximilian, de cuatro meses; ambos del hijo mayor de la princesa Astrid.
Si es fiel a lo que ha defendido desde que comenzara el proceso judicial contra su padre biológico, no estaría interesada ni en la herencia familiar ni en el título que por derecho le corresponde… Pero el tiempo lo dirá.
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