Delphine Boël (51) es una escultora belga especializada en obras realizadas con papel maché y oficialmente hija ilegítima del rey Alberto II de Bélgica (85). Decimos oficialmente porque tras años de lucha, la justicia le ha dado la razón y ha demostrado mediante unas pruebas de ADN que el ex-monarca es su padre.
Así lo ha comunicado él mismo a través de su abogado, Alain Berenboom, a los medios belgas: «Aunque existen argumentos y objeciones legales que muestran que la paternidad legal no es necesariamente un reflejo de la paternidad biológica y que el procedimiento seguido puede ser discutido, el Rey Albert ha decidido poner fin a este doloroso procedimiento en buena conciencia».
La historia salió a la luz hacia el año 1999 a través de la publicación de una biografía no autorizada sobre la reina Paola. Desde entonces, el monarca se negó a colaborar con la justicia y someterse a un examen genético que demostrara si efectivamente Delphine Boël había sido fruto de una relación extramatrimonial con la labaronesa Sybille de Selys-Longchamps.
La cruzada personal de la artista belga afincada en Londres comenzó unos años más tarde, en 2013, cuando sus abogados pidieron una prueba de ADN a los hijos del entonces rey, Felipe y Astrid, ya que por su cargo, Alberto de Bélgica no podía ser citado ante la justicia. No obstante, no fue hasta noviembre de 2018 cuando el Tribunal de Apelación de Bruselas instó al monarca a realizarse las pruebas solicitadas tras comprobar que el padre legal de la demandante, Jacques Boël, no era su padre biológico.
Ante la negativa del rey Alberto a los requerimientos de la justicia, Delphine Boël y su abogado, Marc Uyttendaele, solicitaron imponer una multa de 5.000 euros al monarca por cada día que pasase si presentarse a las pruebas de ADN. Finalmente, éste ha cedido a la presión y ha reconocido ser el padre de la demandante.
Tal y como Sybille de Selys Longchamps aseguró hace años, su relación con el rey Alberto de Bélgica tuvo lugar entre 1966 y 1984. Su hija Delphine, de 51 años, nació después de los tres hijos del monarca con la reina Paola: Felipe (59), Astrid (57) y Lorenzo (56) por lo que no interferirá en la línea de sucesión al trono. No obstante, ahora que el rey ha reconocido que es su hija, ésta sí tendría derecho a reclamar su herencia o su título de princesa.
No es la primera vez que esto sucede en la realeza. Alberto II de Mónaco también fue sometido a pruebas de ADN que finalmente demostraron ser padre ilegítimo de Alexandre Coste (16) y Jazmin Grace (27) fruto de relaciones extramaritales con Nicole Coste y Tamara Rotolo respectivamente.
En el mundo del papel couché, el caso más reciente y sonado ha sido el de Javier Sánchez-Santos, hijo de Julio Iglesias. Tras años intentando demostrar que el cantante era su padre, finalmente fue el pasado mes de julio cuando un juez falló a favor del joven «basándose en la negativa de Julio Iglesias a hacerse la prueba de ADN», tal y como contaba a este medio el abogado del demandante, Fernando Osuna.
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