Foto: oswaldsclub.com.
El rey emérito tiene previsto aterrizar hoy en Sanxenxo. Juan Carlos I regresa a nuestro país y no lo hace procedente de Abu Dabi, sino de Londres. Ayer mismo le veíamos en el partido del Real Madrid contra el Chelsea en la capital inglesa, un destino en el que no solo ha disfrutado del fútbol, sino también de charlas y reuniones interesantes en uno de sus clubes más privados y exclusivos de la ciudad.
Hablamos del Oswald’s club, un famoso y discreto club privado ubicado en el número 25 de la calle Albermale, en el exclusivo barrio de Mayfair. Se fundó en el año 2017 y toma el nombre del retratista Oswald Birley, abuelo paterno del actual propietario, Mark Birley.
Se trata de un espacio de reunión al que solo tienen acceso los miembros del club. Un lugar donde altos cargos del gobierno, personas adineradas, estrellas del espectáculo e incluso de la realeza acuden para reunirse con amigos, pasar un buen rato y disfrutar de una copa lejos de miradas indiscretas.
Aunque los miembros del Oswald’s club son secretos, se dice que en sus listas de admisión se encuentran Ivanka Trump, Boris Johnson o Liz Truss, pero también el príncipe William o la nueva reina consorte, Camilla Parker Bowles.
Una de las miembros reconocidas de este club es Amber Heard, quien acudió a cenar al Oswald’s club junto a unos amigos el segundo día de su juicio contra Johnny Depp.
A ellos se ha sumado ahora el rey emérito, que si bien no es miembro, el Daily Mail ha publicado varias fotos suyas saliendo del Oswald’s club, donde se dice que se reunió con mineros de la realeza británica y personalidades del gobierno.
El rey Juan Carlos es uno de los privilegiados que conoce cómo es el interior del club, y es que sus miembros no podrían hacer ni publicar fotografías dentro de sus paredes, asegurando así la privacidad del lugar. Además, apenas existen imágenes de cómo es el club, pues su página web está prácticamente desierta y tan solo habla de las normas de privacidad.
Solo se sabe que está decorado con candelabros de Murano, que tiene varias chimeneas y que cuenta con una cúpula que se eleva hacia una terraza donde los miembros suelen salir a fumar puros.
Y es que beber y fumar sería una de las principales actividades dentro del Oswald’s club, pues los miembros pueden guardar allí su propio vino. Al parecer, el club se creó originalmente como un refugio para encontrar los mejores vinos alejados en la ciudad. Una pasión por el vino que le ha llevado a ser a día de hoy el local más deseado, exclusivo y privado de Londres.
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